Alberto Garzón: así ha sido la despedida de soltera de su novia

El político de Izquierda Unida, de 31 años, y su prometida, Anna Ruiz, de 27, pasarán por el juzgado para convertirse en marido y mujer y declararse amor eterno. Pero antes del especial momento es tiempo de despedidas. La primera en vivir la suya ha sido la novia, que ha sufrido un 'secuestro' por sus amigas, quienes se la han llevado a Malta.

Hasta allí viajaron este pasado fin de semana, coincidiendo con la festividad del puente de San José. Una vez allí, el grupo se alojó en un hotel situado en la célebre zona de St Julian's, un lugar donde abundan los bares de copas, discotecas y restaurantes, convirtiéndose en el sitio preferido para este tipo de viajes.

Durante su estancia, Anna y sus amigas disfrutaron de las maravillas que ofrece el país, entre las que se encuentran sus increíbles playas de aguas turquesas, sus famosas cuevas y los museos y templos que esconden sus calles.

Tan bien se lo pasó la novia de Alberto Garzón que reconoció que tenía "síndrome de Estocolmo": "Me han secuestrado. Pero oye, estupendamente", escribía junto a una imagen mirando el increíble paisaje. En otra imagen, Anna se acordaba de sus amigas: "Lo mejor de esta vida son les amigues", decía.

Mientras su prometida disfrutaba de unos días de fiesta en Malta, Garzón disputaba un partido de fútbol con amigos. Tal y como el propio político enseñó en Instagram, se trataba de "un derby" entre Izquierda Unida y Podemos, que se saldó con triunfo de los primeros.

La boda, que previsiblemente se celebrará en Málaga, ciudad donde los novios se criaron, pondrá el broche de oro a una relación que comenzó hace 5 años tras una conferencia en Ronda.

Desde aquel momento apenas se han separado, pues Anna, después de graduarse en Medicina en la Universidad de Sevilla, se mudó a Madrid para trabajar como doctora en el Hospital de La Princesa. Ya el verano pasado, Garzón relevó en las redes que había pedido matrimonio a su novia y ella le dijo que sí. Y lo hizo con una imagen en la que aparecían sus pies juntos en el mar: "Continuamos luchando juntos", dijo. Y hasta hoy.