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Ana Pastor: la 'jefa' de los diputados es el centro de todas las miradas

  • La presidenta del Congreso se la juega en la investidura

Informalia

Sin duda, la presidenta del Congreso será devota de la patrona de su pueblo, que es Santa Rita: lo que se da no se quita, pensará en honor a su santa y a su amigo Rajoy. Ana Pastor no querrá que le arranquen de cuajo el puesto que le regaló su amigo, el jefe del Gobierno en Funciones.  A su predecesor, el socialista Patxi López, le ocurrió y su efímero mandato le duró apenas seis meses. Este martes, en el Congreso el protagonista absoluto de la película es Mariano Rajoy, pero su querida Ana Pastor, encargada de moderar el Debate de Investidura, vive los nervios de su estreno como primera actriz en la Carrera de San Jerónimo. Sus palabras, su estilismo, sus formas... Todo bajo la lupa. Sus paisanos están seguros de que cumplirá a la perfección con su papel.

Todo el país escrutará más que nunca desde este martes su estilo, su estética, su tono y sus decisiones pero nadie como su marido estará más pendiente de Ana Pastor en su gran estreno como 'jefa' de los diputados. Pero ella está acostumbrada a ser jefa, y lo fue en su día de su propio marido, cuando ella ejercía como ministra de Fomento, hasta el pasado mes de julio. Pero vayamos poco a poco.

A la que lleva los pantalones no le gustaba llevarlos de joven

Ana Pastor se casó en Zamora con José Benito Suárez Costa, que es capitán de la Marina Mercante, ingeniero industrial y profesor de universidad, pero sobre todo íntimo amigo y compañero de caminatas de Mariano Rajoy. Ana Mari y Suárez Costa se casaron en Zamora. No tienen hijos pero ella ejerce de tía con sus sobrinos.

Suárez Costa fue teniente de alcalde en Pontevedra de 1995 a 1999 y director de Medio Rural en los gobiernos de Manuel Fraga. También fue concejal del Ayuntamiento de Pontevedra y en 2009 llegó a presidir la Autoridad Portuaria de Marín-Ría de Pontevedra, organismo dependiente del ministerio que presidía su mujer hasta que dejó el cargo en julio para convertirse en Presidenta del Congreso. Ahora tanto la ex ministra como su marido viven un momento dulce, pero no todo ha sido bueno.

Angustiosos momentos por una fondue

Uno de los episodios más angustiosos de la vida de Ana Pastor tuvo lugar la noche del lunes 9 de abril de 2007. La que hoy es presidenta de la Cámara Baja lo pasó realmente mal cuando su marido fue víctima una fondue que preparaba para cenar.

Un desafortunado con el aceite le provocaría quemaduras de segundo grado en la cara, en una mano y en una pierna. Tal fue la virulencia que tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital Domínguez de Pontevedra. Enterada de la noticia, Ana Pastor se desplazó hasta el centro para estar junto a su marido. Ana Pastor dice a menudo que a ella se le dan bien las recetas médicas pero no las de cocina, que maneja mucho mejor su marido, accidentes domésticos aparte.

La cocina es una de las pocas aficiones que no comparte Suárez Costa con su amigo Mariano Rajoy, con el que suele salir a caminar por Ribadumia (Pontevedra) en vacaciones. Los dos matrimonios se conocen desde jóvenes en Pontevedra, comparten veraneos y la carrera de Ana Pastor está unida a la del presidente del Gobierno en funciones.

Una esposa en cada puerto...

Por su parte, Suárez Costa no ha variado su actividad laboral desde que su mujer es presidenta y acude cada día a su puesto de trabajo en la Autoridad Portuaria de Marín- Ría de Pontevedra, donde ejerce como presidente aunque su mujer, antes ministra de Fomento, ya no sea la jefa.

Nacida un día de otoño de 1957 en Cubillos del Pan (Zamora), la niña, muy lista y avispada, era un lince para los números y dicen que quería ser matemática. Con una voluntad a prueba de fracasos y un amor propio de gran tamaño, Ana Mari, es la peque de la familia. Tiene dos hermanos mayores, varones.

La ex ministra recordaba hace poco en la Opinión de Zamora a Evangelina, su profesora en el pueblo. Finalmente cambió las Ciencias Exactas por la bata de doctora y estudió Medicina y Cirugía en Salamanca. Luego se hizo funcionaria del Cuerpo Superior de Salud Pública y Administración Sanitaria. Si de pequeña prometía y era apreciada su capacidad, de adulta ha seguido hacia arriba: 

En todos los gobiernos del PP ha ocupado un cargo como ministra. José María Aznar le dio la cartera de Sanidad y Mariano Rajoy, la de Fomento. Tras la derrota del PP en marzo de 2004, Pastor atravesó el desierto de la oposición al lado de su amigo de juventud, Mariano Rajoy. Y cuando estaba en la Xunta, no faltaron quienes la situaron en las quinielas para sucedes a Núñez Feijóo en el gobierno Gallego cuando se rumoreó que Alberto se marchaba a Madrid. Nadia ha dudado de su inmensa capacidad de trabajo y de gestión, incluso cuando era muy pequeña.

Ana en el cole

La propia Ana Pastor rememoraba hace poco su infancia en su pueblo natal, donde vivió una infancia feliz, cuando solía llevar falda porque le costó pasar a los pantalones, aunque de mayor los llevaría a menudo: "De pequeña guardo mis mejores recuerdos", declaraba a La Opinión de Zamora. "Son recuerdos bonitos, de maestros estupendos, como doña Evangelina, que enseñaba muchísimo. O la profesora doña Nila. Era una educación estupenda. Estudiábamos en una escuela unitaria, de niños y niñas. A mí se me daban muy bien los números, las matemáticas", recuerda.

No fue considerada niña prodigio pero obtuvo un premio en unas pruebas de dividir cifras por cinco números cuando solo estaba en párvulos, con unos cinco años. También recuerda qué pasaba con ella en Navidad: "Me ponían de Niño Jesús" en las representaciones. Como casi todas la niñas de Cubillos solía ir al campo a buscar flores y recoger moras. "Era algo que nos chiflaba". Parece que alguna bronca se llevó por culpa de las moras: "Por llegar a casa con el vestido manchado". Los buenos recuerdos recuperan "el huerto que tenía mi abuelo con árboles frutales", o las lecturas infantiles.

Hay recuerdos que dejan marcas. A la doctora Pastor, le vienen a la cabeza las vacunas que aplicaban a los escolares, "la de la polio, que te daban un terrón de azúcar; y la vacuna contra la viruela, que era más complicada y dejaba una señal como un círculo".

Hay recuerdos que dejan marcas. A la doctora Pastor, le vienen a la cabeza las vacunas que aplicaban a los escolares, "la de la polio, que te daban un terrón de azúcar; y la vacuna contra la viruela, que era más complicada y dejaba una señal como un círculo".

En la escuela de Cubillos estuvo hasta los nueve años. "De allí me fui para el colegio de Las Siervas, de Zamora". Viene de una familia muy unida, "con una parte que es buena de memoria y otra buena para los números". La enseñanza es otra de sus vocaciones: no se olvida de sus clases veraniegas a jóvenes del pueblo de Cubillos. Entre otros, al que fuera alcalde, Antonio Juanes. "A algunos les llamábamos los niños de la dehesa porque procedían de Salamanca".

En la medida de sus posibilidades, y aunque por matrimonio es pontevedresa de adopción, trata siempre de pasar las navidades con su familia, sus hermanos, que viven en Salamanca, su cuñada y sus dos sobrinas. Su padre, que era natural de Viveiro, en Lugo, falleció hace dos años. Su suegro, hace uno.

La presidenta del Congreso dijo el pasado mes de febrero, en un programa de radio, que es incompatible ser honrado y estar en política. Lo dijo por error, y corrigió de inmediato en Twitter. Anécdotas aparte, Ana Pastor es a sus 58 años una funcionaria a la que no alcanza en modo alguno la sombra de corrupción que mancha a una parte de su partido. Tal vez por eso fue aceptada por Ciudadanos como nueva 'jefa' de los diputados en un momento tan complicado. Pero no basta con ser honesto para ejecer con eficacia ese papel. Desde este martes debe demostrar que, como doctora en medicina, sabe curar la enfermedad que sufren nuestros políticos: su patológica incapacidad para ponerse de acuerdo en sacar España adelante.