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García-Cereceda: se recrudece la guerra familiar entre los dueños de La Finca

  • El juzgado suspende temporalmente la escisión de Procisa

Informalia

El culebrón de la familia propietaria de La Finca, la urbanización en la que residen Cristiano Ronaldo o Iker Casillas, entre otros, se recrudece por momentos. A la guerra abierta entre Yolanda y Susana, hijas y herederas de Luis García Cereceda, se ha unido la madre de ambas, Mercedes, cuya petición para paralizar la división del imperio familiar fue admitida por el Juzgado Mercantil el pasado 18 de agosto.

De esta manera, Susana, la hija mayor, que lidera en solitario todo el imperio familiar, ve truncados sus planes de otorgar el 40% de las oficinas de La Finca a la promotora Värde, que estaba destinada a sacarla de la complicadísima situación financiera en la que se encuentra. Sólo a ella, eso sí, porque si no se garantizan los beneficios fiscales en el impuesto de sociedades de la empresa, la división de la misma podría perjudicar mucho a su hermana Yolanda y a sus hijos, motivo por el cual el juez ha paralizado la operación.

Por su parte, Yolanda tiene las manos atadas. Poco tiempo después de morir su padre, en 2010, fue incapacitada por un juez tras una denuncia de su propia hermana, Susana, que la acusaba de padecer "problemas psíquicos". La tutela de Yolanda pasó a manos de la fundación AFAL (a la que más tarde denunció por haber trasferido grandes cantidades de su dinero sin su conocimiento a cuentas desconocidas) y, desde junio del 2014, a la Agencia Madrileña para la Tutela de Adultos, ya que su matrimonio con Jaime Ostos Jr. no está reconocido en España (se casaron en Estados Unidos en 2012) y él no puede ejercer como responsable.

Con esta situación, Susana maneja 'a su antojo' el imperio familiar, del que heredó un 51% de las sociedades frente al 49% de su hermana. Pero no es sólo el dinero lo que las enfrenta: la incapacidad de Yolanda por los "problemas psíquicos" que padece también le arrebató la custodia de sus tres hijos, fruto de su matrimonio con Francisco Amat. Una custodia que fue otorgada a Susana por orden del juez. Así, desde hace seis años, los tres niños residen con su tía y siguen un estricto régimen de visitas: están con su madre los fines de semana alternos, ocho horas los sábados y ocho los domingos, bajo la supervisión de una persona, exactamente el mismo tiempo que pasan con su padre.

La desesperación de Yolanda llegó a tal punto que, para desprestigiar a su ex marido, al que ya había acusado de maltratador, presentó ante Tribunal unos documentos médicos en los que afirmaban que éste era seropositivo. La falsedad de dichos documentos, firmados con sello de una agencia inmobiliaria, la condenaron a seis meses de prisión.

El pasado mes de marzo, Yolanda, Susana y Amat llegaron a un acuerdo por el que los niños seguirían viviendo con su tía pero las visitas a sus progenitores irían aumentando paulatinamente, algo que finalmente no se ha cumplido, por lo que los tres han vuelto 'a las armas'. Yolanda ha contratado a un nuevo abogado, Francisco Serrano Castro, que ha solicitado la recapacitación legal de su clienta en el Juzgado número 65 de Madrid y, aseguran, podrían estar a punto de conseguirla. De ser así, Yolanda podría ejercer de nuevo su derecho a voto como accionista y tomar partido en las decisiones del imperio familiar, además de volver a manejar libremente la fortuna que le dejó su padre.

Está claro que la muerte del patriarca, Luis García Cereceda, dinamitó a una de las familias más poderosas y acaudaladas del momento. Su situación personal no es más que el reflejo del delicadísimo momento que atraviesan sus negocios. Entre 2010 y 2014, último ejercicio con cuentas oficiales, el activo de Procisa se ha recortado un 20%, de 1.077 a 857 millones; el patrimonio neto se ha visto cercenado a la mitad, al pasar de 355 a 172 millones; y la deuda apenas ha conseguido recortarse un 9%, desde los 625 hasta los 566 millones.

Además, las continuas discrepancias familiares han hecho que los albaceas de la herencia no hayan podido hacer efectivo aún el reparto de la misma, y la falta de liderazgo no ayuda a 'levantar' un imperio que se cae a pedazos. Luis García Cereceda dejó un legado estimado en unos 3000 millones de euros en activos de Procisa, la promotora que gestiona La Finca Global Assets, La Finca Somosaguas Golf (donde se encuentra la exclusiva urbanización de lujo preferida de los famosos) y La Finca Promociones y Conciertos Inmobiliarios, que incluye el exclusivo parque empresarial de La Finca, en Pozuelo de Alarcón. Otras de las empresas importantes que constituyen el emporio Cereceda son Lugarce y Afisa, además de pequeños negocios inmobiliarios repartidos por todo Madrid: Pez 12, Serrano 134, Inmuebles Claudio Coello, Princesa 37, Bravo Murillo 207, Caballero de Gracia 10 o Gestora Génova 10, entre otras.

Por otro lado, las hermanas se enfrentan al pleito fiscal por una disconformidad patrimonial declarada en el ejercicio fiscal de 2007. El caso sigue abierto en los Juzgados contra la familia Cereceda, donde se estima una presunta defraudación al Fisco de 550 millones.