Alia El Assir y Hugo Linares: su álbum de boda

La finca, la decoración, el toque español, el menú, los invitados... Prácticamente todos los detalles del enlace 'del año' estaban ya desvelados pero faltaba, quizás, el más importante: la foto de los novios.

Alia El Assir, hija del empresario libanés Abdul Rahman El Assir, íntimo amigo del rey, y su recién estrenado esposo, Hugo Linares, se mostraron muy tranquilos, sonrientes y guapísimos. Ella lucía un espectacular modelo de Lorenzo Caprile con cuerpo de guipur, gran falda con volumen de organza y dos metros de cola. En la cabeza, un velo antiguo de encaje y una diadema a modo de corona con una pluma muy elegante. El novio iba de lo más sencillo con un traje azul marino y chaleco gris.

Una celebración que ha durado tres días: previo el viernes por la noche, sábado con ceremonia y fiesta (con mañana libre), y brunch de despedida el domingo. A pesar de algunas notables ausencias entre los invitados, como la del rey Juan Carlos y la de Jaime de Marichalar, sí asistieron Simoneta Gómez Acebo, Alonso Aznar, su hermana Ana Aznar y su marido Alejandro Agag, Alfonso Cortina, Miriam Lapique y sus hijos, Ana Boyer, Brianda Fitz James y María Suelves, entre otros.

El padre de Alia, el multimillonario libanés Abdul Rahman El Assir, empresario relacionado con el comercio de armas, y muy amigo de don Juan Carlos, no escatimó en gastos: fletó un avión para llevar a muchos de sus invitados y costeó una fiesta de las que no se olvidan. Los invitados se hospedaron en el imponente hotel Palace, entre otros establecimientos, y en casas de su propiedad. Don Juan Carlos y Marichalar se perdieron momentos tan entrañables como la juerga previa, el viernes, en la que los invitados debían vestir trajes tiroleses, un grandioso aperitivo de la gran boda del sábado.

La ceremonia religiosa fue amenizada por un coro rociero que interpretó la Salve, momento especialmente admirado y comentado por los numerosos invitados. Además, una magnífica orquesta se instaló para amenizar la tarde-noche: el mismo equipo técnico que organizó la boda de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo hace cuatro años fue el encargado de montar una elegante carpa acristalada en un llano inmenso, con vistas privilegiadas frente a las montañas, que abrigó la fiesta hasta bien entrada la madrugada.

El menú que se sirvió, como no podía ser de otra manera en tierra tan vacuna, fue un solomillo, un arroz y ensalada. Los postres, para muchos el plato fuerte de la oferta culinaria, fueron ofrecidos aparte y en forma de buffet en el que cada invitado se servía lo que deseara: bombones, tiramisú y merengue suizo tuvieron mucho éxito.

La ya esposa de Hugo Linares estudió como sus hermanos en la American School of Madrid. Después, Icade. Es amiga de Ana Boyer y Tamara Falcó porque vivió en Puerta de Hierro, pero también conoce por ejemplo a Marichalar, de los veranos en Sotogrande. Su hermano es novio de Mencía, la hija de Javier Fitz-James e Isabel Sartorius, y la otra hermana es una bloguera e influencer.