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¿Por qué Jorge Lorenzo tiene su Panamá en Suiza?

  • El piloto reside y paga impuestos en Lugano

J. Moriarty

La impresionante fortuna del piloto mallorquín fue investigada con lupa por la agencia tributaria después de que se difundiera un vídeo en el que presumía de su poderío económico. Sin embargo, no se encontraron irregularidades, como sí le ocurrió a su amigo Rossi en Italia, donde ha pagado 35 millones de euros, en lugar de los más de 100 que debería haber abonado por evadir impuestos. De momento, Jorge Lorenzo, que prevé ingresar más pasta a corto plazo porque se va a Ducati por 16 millones al año, ha emigrado a Suiza, el Panamá del campeón del mundo, como otros grandes motociclistas españoles. Allí paga menos impuestos.

Monster, uno de los patrocinadores de Jorge Lorenzo hasta finales del presente año, le propuso grabar un vídeo en su mansión de la urbanización Supermaresme, un chalé que quita el hipo, 40 kilómetros al norte de Barcelona, en Sant Andreu de Llavaneres. El motorista ejercía de anfitrión, abría las puertas de su casa de 1.200 metros cuadrados repartidos en tres plantas rodeado de cuatro señoritas en biquini, como si formaran parte del conjunto, aunque no eran parte de la domótica de la lujosa vivienda.

Sala de cine, tantos baños como Villa Meona, cinco; sala de juegos, la bodega, garaje con varios coches y motos, discoteca, un gimnasio que ni Schwarzenegger, con ring; dos piscinas, una interior, de 30 metros, spa, tres dormitorios más el suyo, de película, y las chicas. Según confesó, estaba pensado el vídeo para el público americano, pero lo vio todo quisqui y causó pavor semejante ostentación. El piloto pidió a la marca que lo retirara de circulación y un portavoz suyo comentó: "No podemos pedir disculpas porque el vídeo es indefendible".

La presencia de las chavalas, no

Él se arrepentía de la presencia de las chavalas, "si acaso". "Del resto no me arrepiento. Entiendo que pueda molestar, porque hay gente que lo está pasando mal... pero a mí nadie me ha regalado nada. Vengo de familia humilde, no he robado a nadie, todo lo he hecho legalmente. Me lo he ganado con años de sacrificio y muchas lesiones. Tener estas críticas no sienta bien, pero ya sabemos que en España las cosas siempre se ven de manera diferente", declaró.

Vendió la casa por diez millones

A Lorenzo le entusiasma llamar la atención. Sus celebraciones tras la victoria en los Grandes Premios no tienen desperdicio; aunque son tan forzadas como increíbles. Le gusta hacer el ganso, o le gustaba, porque según cumplía años ha ido domando al rebelde que lleva dentro. Pero no se oculta, haga lo que haga. Con un par, no, con cuatro, enseñó al mundo su poderío (económico, porque la casa que ya ha vendido costaba diez millones). El alarde, con las chavalas tomando el sol en la piscina, contorneándose en la discoteca o sumergidas en el jacuzzi, le desagradó más que otra cosa, quizá porque no midió las consecuencias.

Los chicos de Montoro

El pavoneo llamó la atención de los chicos de Montoro, o del mismísimo ministro, y tardaron minutos musicales en abrirle una inspección. Con 22 años, Lorenzo creó la firma FMT Land 99 SL, donde a finales de 2015 acumulaba un patrimonio neto de 15,2 millones de euros. La empresa se centra en el sector inmobiliario y la mansión del Maresme no forma parte del patrimonio ni del capital. Inicialmente explotaba sus derechos de imagen y fue hace tres años cuando el objeto social giró hacia otro negocio: la compraventa de bienes inmuebles, coincidiendo con el famoso documental y la inspección de Hacienda, publicada por la sociedad unos meses después en el Registro Mercantil: "Con posterioridad al cierre del ejercicio, en fecha 16 de enero de 2014, la Delegación Especial de Cataluña de la Agencia Tributaria ha iniciado actuaciones inspectoras en relación con el impuesto sobre el valor añadido, retenciones/ingresos a cuenta del capital mobiliario y las retenciones/ingresos a cuenta de los rendimientos del trabajo, correspondientes a los periodos 2010 a 2012, y el impuesto sobre sociedades, correspondientes a los periodos 2009 a 2012. Las actuaciones se encuentran en proceso".

Agotada la actuación de la Agencia Tributaria, no le encontraron nada punible, aunque extrañaba que los ingresos por derechos de imagen ya no figuraran en esta cuenta que, después de algunas operaciones en bolsa que le reportaron unas ganancias de 51.000 euros, presentaba un patrimonio de 15,22 millones de euros, de los que 13,83 millones son reservas. Un dato: en 2012, cuando gestionaba sus derechos, facturó más de 12 millones; en 2013, con el cambio al mercado inmobiliario, 190.000 euros.

Emigrante en Suiza

Como consecuencia de la inspección, o porque, como en los casos de Marc Márquez y Dani Pedrosa, tributar en Cataluña les supone pagar en impuestos por el IRPF el 56 por ciento de sus ingresos, Lorenzo emigró a Suiza y se instaló en Lugano, donde tiene su domicilio fiscal y la obligación de residir al menos 183 días del año. La normativa fiscal española grava a las grandes fortunas (ingresos superiores a los 600.000 euros anuales), de ahí la fuga de talentos. De esta manera, Jorge se ahorra un dineral, porque en Suiza se tributa bastante menos que en España, por todo lo que cobra en cualquier parte del mundo. Así, pues, Lorenzo es no residente en España.

¿Que cómo le controlan esa mitad del año más un día en Suiza? Con el pasaporte, que ha de sellar cuando entra y sale, y los diversos recibos domésticos. El tricampeón no oculta que cotiza fuera de España para ahorrar: "Vivo en Suiza y pago mis impuestos en Suiza, donde trabajo". De hecho, allí se encuentra la sede de Yamaha y allí es donde también se entrena. Desde 2013 a la actualidad, con su larga decena de patrocinadores, a los que ahora incluye en la compañía FMT Land 99 SL, ha facturado algo más de 38 millones de euros, suma que aumentará considerablemente en los próximos años con el contrato multimillonario que le ha ofrecido Ducati: 16 millones anuales. A esta cifra no puede llegar Yamaha, ni quiere. Aparte, derechos de imagen, por lo menos seis millones más. Ducati quiere recuperar el cetro Mundial que en 2007 consiguió Casey Stoner. Ha preparado una moto fantástica para el piloto mallorquín, que no ha escuchado las baladronadas de Rossi cuando se enteró del interés que despertaba su colega: "Hay que tener dos cojones para irse a Ducati", le desafió.

Pues se va a ir y lo probable es que otro español, Maverick Viñales ocupe su puesto. La respuesta de Valentino, la rectificación, inmediata: "Pues sí que tiene un par de huevos". El 4 de mayo cumplirá Jorge Lorenzo 30 años, siete menos que el vecino de box, todavía compañero de escudería en Yamaha, rival y sin embargo enemigo encarnizado, Valentino Rossi. El español es el actual campeón del mundo de MotoGP, categoría en la que el de Tavullia suma siete títulos, más uno en 125 y otro en 250 cc. Jorge es tricampeón en la reina y bicampeón de 250. Dispone de más tiempo que el transalpino para engordar el palmarés y a priori más posibilidades, si Marc Márquez no se interpone, y está en ello.

Rossi, pillado de marrón: 60 millones

Aparte de la edad, otra diferencia entre Lorenzo y Rossi es que a éste le pillaron con el carrito del gelato italiano. No declaró 60 millones de euros de ingresos y la multa por evasión fiscal ascendió a 43,7. Casi 104 millones hubiese tenido que pagar de no haber sido porque las autoridades tributarias transalpinas se apiadaron del paisano, que vivía en Londres sin llegar a demostrarlo, y se conformaron con un pellizco de 35 millones de euros y pelillos a la mar. Casi 70 perdonaron al defraudador. El Doctor va dando lecciones por la vida, pero es un evasor de impuestos; aunque como suele suceder con estos pecados, el público no se lo tiene en cuenta, "porque ya pagó", cierto es, y ni por ésas le ha bajado del altar. Con la moto ya no gana a Lorenzo, pero en cuestión carismática le saca más de dos cuerpos al también dueño de la firma de moda Skull Rider. Con un estilo motero americano vende camisetas y gafas junto a su amigo de la infancia, y socio, Rubén Vinagre. Lorenzo sigue creciendo, en títulos, en edad y en fortuna, a buen recaudo en Suiza, el Panamá europeo de este honrado emigrante.