Pablo Iglesias: "Menos insultos y más besos"

El beso hubiera sido mucho más comentado todavía si se hubiera producido entre Iglesias e Irene Montero, su compañera. O tal vez no. Pero éste se convertía en una de las imágenes del debate de investidura y, tras la sesión, Pablo Iglesias decía: "Es bueno que los hombres nos besemos en los labios también. Me ha emocionado escuchar a Xavi y nos hemos dado un beso, ojalá en esta cámara hubiera menos insultos y más besos", comentaba el líder de Podemos tras su comentado 'cariño' con Doménech.

No es ni mucho menos la primera vez que los dos socios políticos se saludan así, aunque la de este miércoles sí fuela primera trasciende a los medios y es retransmitida. El beso en cuestión tuvo lugar ante el atril del Congreso: los miembros del Gobierno en funciones, o sea, los que ocupaban los bancos azules, entre ellos el ministro de Economía, Luis de Guindos, la de Agricultura, Isabel García Tejerina, y el de Sanidad, Alfonso Alonso, fueron los que disfrutaron del espectáculo en primera fila.

Iglesias bajó las escaleras del hemiciclo para abrazar al líder de En Comú Podem, que acababa de terminar su primer discurso. Tras el encuentro se produjo el beso, que fue inmortalizado en las redes sociales y comparado con otros como el de Gorbachov y Honecker en 1986.

"Postureo" aparte, (así define el momento Eduardo Inda), los verdaderos besos de amor de Pablo Iglesias tal vez sean menos famosos o menos televisados. Pero haberlo haylos.

Recordemos que este martes, cuando Pedro Sánchez tomaba la palabra en el Congreso, pudimos ver a Pablo Iglesias e Irene Montero, una pareja, fraguada a la luz de Podemos, que protagoniza un romance que trasciende las paredes del hemiciclo.

A sus 28 años, Irene se ha convertido en el mejor apoyo del líder podemita, incluso relegando a un segundo plano a Iñigo Errejón y Carolina Bescansa. Esta última, además, ha visto cómo su lugar ha sido ocupado por Montero, quien se ha convertido en la segunda persona más importante de la formación.

Iglesias ya lo anunció en diciembre, antes de las Elecciones Generales: Irene sería su vicepresidenta en caso de ser el partido más votado. Esta decisión dejaba entrever la confianza que Pablo había depositado en la psicóloga.

Según se ha publicado, su relación profesional dio paso a un idilio que se afianzó entre mítines y actos del partido. Momentos que le unieron a Irene, en aquellos tiempos responsable de movimientos sociales de la formación.

Irene ha sucedido en el corazón de Pablo Iglesias a la también diputada de Podemos, Tania Sánchez.