El nuevo novio de Ana Fernández, al desnudo

La actriz ha recuperado la sonrisa junto a este joven asturiano de carácter rebelde que trata de abrirse camino en el mundo de la música. Te damos las claves para conocerlo a fondo.

Se llama Adrián Roma, es asturiano y desde hace unas semanas, el nuevo novio de Ana Fernández. La actriz, que perdió a su novio Santi Trancho hace 11 meses a causa de un trágico accidente de tráfico, ha vuelto a encontrar el amor y lo ha hecho con este atractivo joven admirador de John Lennon. Él mismo lo deja claro en su Twitter: "Soy un alma rebelde en busca de un mundo de paz, amor, buen rollo y rock'n roll, donde la filosofía de Lennon está muy presente".

Adri, como lo llaman sus amigos, es el vocalista y compositor de una banda de rock llamada Marlon que tiene su sede en Salinas, Asturias, y que sacará su primer disco gracias a Warner Music en pocos días. Es amigo personal de Leiva y también de Leire Martínez, la cantante de La Oreja de Van Gogh, que ha participado en su primer trabajo para ayudarlos.

Rubio de mechas californianas y tiene al menos 10 tatuajes repartidos por todo su torso, entre los que destacan uno dedicado a su padre, un fantasma y un gigantesco Mickey Mouse. Curiosa mezcla. Además, es fumador y amante de los sombreros, del mar y de los animales. De hecho, parece que ha hecho muy buenas migas con Oli, el perro labrador de Ana Fernández.

Él mismo se define como "luchador, 'bala perdida' y valiente". En una entrevista que concedió este verano a una revista musical, confesó: "Soy muy sentimental, muy cariñoso con la gente que me quiere, cero envidioso y natural, quizá algo tímido en principio pero luego me suelto y me entrego bastante fácil a la gente que veo que es de verdad". Al parecer, con este chico no hay trampa ni cartón: "Lo que tengo y lo que ves es lo que hay. Tampoco soy muy coqueto, me gusta gustar pero no estoy dos horas preparándome en la habitación o mirándome al espejo. Soy una persona normal, valoro mucho a la gente y los detalles de los me quieren y no necesito tener grandes cosas para disfrutar".