Carlota de Mónaco tiene un nuevo amor

Las imágenes de Carlota Casiraghi con el hasta ahora desconocido director de cine italiano Lamberto Sanfelice implican para la prensa francesa (y también para la italiana) que se ha terminado la relación entre la princesa y el cómico francés de origen marroquí Gad Elmaleh.

Desde hace tiempo la hija de Carolina de Mónaco y el padre de su único hijo, Raphäel, vivían separados. Sin embargo hemos continuado viéndoles juntos en eventos como el Longines Athina Onassis Horse Show, en Saint-Tropez, donde coincidieron este verano con su amiga Marta Ortega, la heredera de Inditex, o en la boda de Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo. Pero hace apenas dos semanas Carlota inauguraba en el principado unos seminarios filosóficos y Gad Elmaleh no estuvo con ella. Días más tarde, el semanario Voici publicaba unas fotos de la princesa con Lamberto Sanfelice, un casi desconocido director de cine italiano.

Lamberto Sanfelice se encuentra inmerso en la distribución de su última producción, Cloro, que ha sido nominada en festivales como Sundance o Berlín, y a un David de Donatello, pero no se ha publicado ni un solo comentario del cineasta. Sin embargo, tanto el citado semanario galo de cotilleo Voici como el italiano Oggi hablan abiertamente de nueva relación de la princesa, y de "nuevo amor", y califican al italiano como "muy guapo".

Las razones del final de la relación entre Carlota y el padre de su hijo no han trascendido de manera oficial: como es habitual, el palacio de Mónaco no hace comentarios sobre la vida amorosa de los Grimaldi, y ni la princesa ni el actor se han pronunciado al respecto. No obstante, medios franceses han publicado que la agitada vida profesional del actor, y la agenda social de Carlota, siempre entre Mónaco y París, habría sido determinante para el alejamiento definitivo de la pareja.