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Álvaro Muñoz Escassi: "Conocí a Anna cuando tenía cuatro años y al verla supe que era mi hija"
- El jinete cuenta la historia secreta paternidad
Informalia
Una semana después del descubrimiento de Anna Barrachina, la hija secreta de Álvaro Muñoz Escassi, el jinete ha vendido una exclusiva que incluye fotografías posadas con la joven y una entrevista en la que cuenta toda la historia de la joven: "La conocí cuando tenía cuatro años y enseguida supe que era mi hija".
Álvaro Muñoz Escassi tenía una 'espinita' y por fin se la ha quitado. De paso, ha rentabilizado su relato, tal y como apuntaba Informalia la semana pasada. Feliz de poder gritar al mundo que tiene una preciosa hija de 20 años, el jinete cuenta su verdad acerca de esta historia a la misma publicación a la que filtró la información hace una semana, la revista ¡Hola!
El empresario conoció a la madre de la chica, Mercedes, hace 20 años: "Ella era amazona y surgió en un concurso hípico en Alemania. Fue algo esporádico, ella estaba casada, tenía una niña y se quedó embarazada." Cuatro después de aquello, Escassi regresó a su casa para ver unos caballos: "En cuanto vi a esa niña rubita mirándome supe que era mi hija. Se lo pregunté a su madre y me lo confirmó. Hicimos las pruebas de paternidad y decidimos que yo ejercería de padrino para no alterar el núcleo familiar de Anna".
La relación entre ambos fue muy fluida hasta que Álvaro tomó una complicada decisión: "Me la traía a España en vacaciones y yo iba a verla a Alemania. La relación entre nosotros se hizo tan fuerte que ella empezó a llamarme papá y decidí alejarme y dejarla vivir en la que siempre había sido su familia". Fueron unos años duros para el jinete: "Fue la decisión más difícil de mi vida. Lo sabía mi familia, dos amigos y Lara Dibildos y a todos les prohibí hablarme de Anna. Ella creía que yo no la quería porque había tenido otro hijo".
Hace unas semanas, la madre de Anna llamó a Escassi: "Me dijo que tenía miedo de que Anna se pudiera enterar por terceros de que yo era su verdadero padre. Me dijo que la veía madura, con las ideas muy claras y que era el momento de contárselo, porque Anna apenas tenía relación con el que creía que era su padre. Al rato me mandó un mensaje, me dijo que se lo había dicho y hablé con ella después de nueve años sin hacerlo".
A partir de entonces, todo han sido alegrías para ambos: "Lara se alegró mucho por nosotros. Anna y yo nos reencontramos en el aeropuerto y fue indescriptible. Álvaro está feliz por tener una hermana mayor y a mí se me cae la baba con mi hija. Es cariñosa, educada, alegre y guapísima".