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Los famosos y sus problemas con Hacienda

  • Despistes con el Fisco que cuestan más de un dolor de cabeza

Informalia

El caso de María Teresa Campos ha sido el último ejemplo de famosos que han tenido problemas con Hacienda, más o menos presuntamente. Pero la lista de celebridades del panorama nacional que han tenido contenciosos con el fisco es larga.

Cómo olvidar aquel comienzo de los años ochenta con  Lola Flores pidiendo dinero a toda España. Entre 1982 y 1985, ni ella ni su marido, 'El Pescaílla', presentaron la declaración de renta. En el juicio, celebrado cuatro años más tarde, la abuela de Elena Furiase se defendió asegurando que toda su vida había pagado a Hacienda pero que en esos años carecía de ingresos y que no recordaba si había hecho o no la declaración de renta. El resultado fue que la cantante y su marido tuvieron que abonar 28 millones de pesetas de entonces (unos 170.000 euros). Inolvidable y propia de su genio y figura fue la mítica frase de "si una peseta me diera cada español". Lola fue la inventora del "crowfunding".

Su hija Lolita tampoco se ha librado de líos con Hacienda. Ella misma ha reconocido que cobró un dinero de forma incorrecta, mal aconsejada por su asesor financiero. Le dieron un aplazamiento y ahora está pagando la deuda.

El año pasado la Fiscalía de Delitos Económicos admitió a trámite una querella contra Monserrat Caballé, a la que acusaba de no haber presentado ante Hacienda la declaración del IRPF de 2010, alegando falsamente que era residente en Andorra, con lo que había eludido tributar por los ingresos obtenidos en sus recitales y grabaciones. Finalmente llegaron a un acuerdo de una pena de medio año de cárcel por un fraude de medio millón de euros. En la actualidad están pendientes de que Caballé vaya a ratificar el acuerdo. Su abogado quiere que lo haga por videoconferencia al encontrarse delicada de salud, un asunto que este mismo mes de julio fue a comprobar un médico forense en el propio domicilio de la soprano.

Y del bel canto al pop de a pie. En abril del año pasado Ana Torroja aceptaba una condena de un año y tres meses de prisión por haber defraudado en sus declaraciones de los años 2003, 2006 y 2007. La pena fue sustituida por una multa de 9.000 euros, y al pago de 1,2 millones euros, de los cuales la ex cantante de Mecano ya ha abonado unos 700.000. En una entrevista de televisión, concedida hace unas semanas, calificaba la sentencia de injusta ya que ella había pagado los impuestos correspondientes a la ciudad donde vivió durante diez años, Londres.

En este repaso no podemos olvidar a Isabel Pantoja, en prisión desde noviembre de 2014 para cumplir una condena de dos años. Durante el segundo semestre de 2013 la artista y sus sociedades fueron objeto de actuaciones inspectoras. Sus abogados siempre han mantenido que ni ella ni ninguna de sus sociedades mantienen una deuda con Hacienda (firmó en disconformidad las actas de la inspección) y que Isabel nunca ha dejado de declarar ingresos de su actividad. En febrero de este año su despacho de abogados llegó a un acuerdo con Hacienda en el que se reparte entre todos sus bienes el embargo provisional de 1.800.000 euros que pesa sobre ella. Además de ladeuda con Hacienda, la tonadillera debe hacer frente a una multa por el caso blanqueo de 1,1 millones de euros. También en febrero Pantoja ingresaba otros 200.000 euros de esta multa, en el que supone el tercer pago del abono fraccionado de este importe.

Además de cantantes, los deportistas también han dado que hablar por sus idas y venidas con el fisco. Por ejemplo Rafa Nadal, al que Hacienda obligó a cambiar su domicilio fiscal desde el País Vasco a Manacor. El acuerdo alcanzado implicó la regularización de los pagos del tenista a la Agencia Tributaria a la que sus sociedades no habrían cotizado entre el año 2005 y el año 2011. Nadal siempre ha sostenido que todas sus actividades se hicieron "dentro de la legalidad". 

Otra tenista, Arantxa Sánchez Vicario, asegura que pasa por una situación económica muy delicada debido a una deuda de 5,2 millones de euros con Hacienda por el impago de impuestos durante los años 1989 y 1993. Ella intentó hacerla frente pidiendo un aval al Sabadell, que iba a ser contravalado por un dinero que tenía depositado en el Banco de Luxemburgo. Desconocía que su padre había retirado todo el dinero de este banco para invertirlo en fondos de inversión preseuntamente fraudulentos, perdiendo todo el dinero y teniéndose que enfrentar al banco de Luxemburgo en 2011 por un importe de 7,5 millones de euros (2,5 millones de la suma son de intereses). En octubre del 2014 sus problemas económicos rondaban casi los 10 millones de euros, ya que a los 7,5 millones que debe al Banco de Luxemburgo había que sumarle los 1,5 millones de euros que aún debía. En febrero de este año acudió a declarar por una querella que interpuso en noviembre de 2002 contra su familia y sus gestores por cuatro delitos (apropiación indebida, administración fraudulenta, deslealtad profesional y falsedad). Ante el juez declaró que estaba en la ruina. Sin embargo, detectives que vigilaron su ritmo de vida en Miami junto a su marido, elaboraron un dossier en el que se mostraba que la campeona de Roland Garros disfrutaba de una vivienda magnífica, en la mejor zona de Miami, además de otros lujos impensables para alguien que está 'en la ruina'. Este mismo mes se ha sabido que ha llegado a un acuerdo con su familia.

Bertín Osborne es otro de los rostros conocidos que continúa lidiando con la Hacienda Pública. A principios de 2003 fue condenado por un delito de alzamiento de bienes a un año de cárcel y a pagar 900.000 euros. En mayo de este año explicaba que ya había pagado 3.700.000 euros a Hacienda.

En el punto de mira de la Agencia Tributaria también figura Borja Thyssen. A principios de 2014 fue sometido a una investigación de la ONIF (Oficina Nacional de Investigación del Fraude de la Agencia Tributaria) para aclarar si tal y como acreditaba, su residencia fiscal estaba en Suiza y por tanto, no estaba obligado a tributar en España. Toda su familia pasó por el juzgado de Pozuelo para dar cuenta al juez de los viajes y de la permanencia de Borja en territorio español, incluida su madre, la baronesa Thyssen, que también ha sufrido dos inspecciones fiscales en los últimos años, saldadas con una multa cercana a los dos millones de euros en concepto del Impuesto de Renta de no residente. Después de abonarlos en febrero de este año la propia Tita explicaba que no entendía por qué era sometida a una segunda investigación, esta vez, conforme a sus impuestos como residente española.

El verano pasado le abrieron a Borja un nuevo expediente fiscal correspondiente a los ejercicios de 2011 a 2013. En abril de este año pedía a los paparazzis que no le fotografiaran mientras estaba en Barcelona puesto que su residencia está fijada en Andorra y allí debe pasar un mínimo de 30 días.