¿Cómo besa Pedro Sánchez?

El rostro es el espejo del alma y los besos, al parecer, también. Diversos estudios aseguran que se pueden conocer los rasgos de la personalidad propia y ajena interpretando la morfología de la boca, el grosor de los labios y el modo de utilizarlos. De esta manera, podemos intuir o adivinar cómo besa y cómo es un cantante, un actor o uno de nuestros políticos más atractivos, Pedro Sánchez.

En general, las personas con bocas grandes son sensuales, aventureras, sinceras y llenas de vitalidad, mientras que aquellos que tienen una boca más pequeña son algo frívolos, refinados y siempre consiguen lo que se proponen. Del mismo modo, las personas con los labios muy finos proyectan dureza y perfeccionismo en todos los sentidos, por lo que si quienes tienen este tipo de labios no quedan satisfechas con ese beso que dieron o recibieron, lo volverán a intentar cuantas veces sea necesario, hasta que estén convencidos de que ese beso es excelente y tierno.
Los labios gruesos, por el contrario, son indicios de que la persona es amante del placer y la comodidad, es optimista y sabe disfrutar cada instante de su vida, así que para ella cada beso, no importa su forma o duración, es maravilloso y apasionado.

Siguiendo estas señales, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, es un hombre cercano, alegre y muy optimista. En más de una ocasión se le ha visto en actitud cariñosa con su mujer, Begoña Gómez, tanto en el ámbito de su vida privada como en actos oficiales, y sus gestos demuestran un carácter afable y protector.

En su misma línea se mueve otro de los políticos más carismáticos del panorama, Barack Obama, que es el fiel reflejo de la vitalidad, la diversión y la familiaridad. Sus bailes y sus gestos de cariño con su esposa, Michelle Obama, son todo un clásico en prácticamente todas las apariciones públicas del matrimonio.

En el lado opuesto se encuentran otros políticos como Mariano Rajoy, José María Aznar o Nickolas Sarkozy, que son personas de labios finos y carácter algo más distante y más serio. Mientras que el presidente del Gobierno y el ex líder del PP se muestran discretos y respetuosos con sus parejas, Elvira Fernández y Ana Botella, el político francés se dejó ver más cariñoso con su mujer, Carla Bruni, algo que incomodó bastante a los franceses.