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Museo Chicote, más de 90 años siendo el punto de encuentro de los famosos en plena Gran Vía madrileña
Informalia
Personajes del mundo de la televisión como Belén Esteban, Anabel Pantoja o Mario Vaquerizo y Alaska; cantantes como Pablo Alborán, Antonio Orozco o Pablo López; actores como Paco León o Eduardo Noriega; y directores como Alejandro Amenábar o Pedro Almodóvar siguen confiando en la magia del local de Gran Vía 12.
"No conocerás Madrid si no has estado en Chicote". Esta frase se ha repetido a lo largo de las décadas en la capital. Y lo cierto es que 'Museo Chicote' ha crecido con la ciudad desde que Pedro Chicote lo fundara en 1931.
Durante estos más de 90 años, son muchos los rostros conocidos que han pasado por Gran Vía 12 como Dalí, Lola Flores o Ava Gardner. También muchas historias ocurridas entre sus paredes que quedarán siempre. Así lo reflejan las imágenes que decoran las paredes del local en la actualidad y que aún siguen captando la mirada de quienes atraviesan la puerta giratoria del local.
Museo Chicote, no solo fue un bar en de copas sino también un punto de inspiración para muchos artistas, de hecho, se dice que el compositor mexicano Agustín Lara escribió su letra entre las paredes del mítico local, al que le dedicó una estrofa: "En Chicote, un agasajo postinero con la crema de la intelectualidad local".
La primera coctelería de España
A lo largo de los años ha sabido conservar lo mejor de su historia, llena de glamour y encanto, sin perder el tren de la modernidad, que se deja ver ahora en un estimulante juego de luces que cambia según el momento del día y una cabina donde el DJ pincha sus temas musicales.
Museo Chicote, indiscutible templo del cóctel madrileño, se mantiene igual desde sus comienzos. Ahí siguen los mismos sofás que en su época usaron Rita Hayworth o Grace Kelly y las sillas de metal cromado de los años 50 donde seguramente se sentaron Bette Davis o Frank Sinatra.
La lista de personajes ilustres del cine, el teatro, la música y la literatura que han atravesado sus puertas es casi infinita. Este local ubicado en plena Gran Vía madrileña ha sido, además, escenario de numerosas películas y series de televisión como: Los abrazos rotos de Almodóvar, Arde Madrid de Paco León, y la serie Velvet.
Un viaje al presente: de la coctelería a la gastronomía compartida con famosos
Desde hace más de diez años el local lo gestiona el grupo Mercado de la Reina, un grupo de jóvenes empresarios que también gestionan otros locales de la zona de lo más concurridos: Mercado de la Reina, Parrilla de la Reina, ambos en la Gran Vía, y Diurno, en el barrio de Chueca.
La nueva cocina del local consiste en una nueva carta de picoteo, sencilla pero bien hecha, donde destacan sus croquetas melosas de jamón ibérico, la burguer de cochinita pibil, el canelón de capón gratinado, su tiradito de gambón rojo o sus brochetas de pollo a la parrilla. No dejéis de pedir el postre con su tarta de chocolate intenso y si es acompañada de un cocktail ¡mucho mejor!
Cocktails de altura desde hace 90 años
La fama de Chicote era bien ganada. Cada cocktail llevaba lo que definía Perico Chicote en 3 palabras: amor, dedicación y cariño. Cada cocktail es único en nuestro local y de ahí venía su fama.
Y hoy en día continúa, sin Chicote, pero como en sus orígenes, con ese toque canalla y, a la vez, glamouroso.
Unos cócteles impresionantes, un ambiente exquisito, tranquilo, moderno y con encanto y un público de lo más variado que mantiene el gusto por la buena música y, claro está, por sus combinados. Destacamos el Margarita, Dry Martini, Bloody Mary y su Negroni.
90 años de anécdotas en la mítica coctelería
Famosa la frase de Miguel Miura, que dijo: "He nacido en Madrid porque es lo que más cerca está del Museo Chicote". En este lugar privilegiado de la Gran Vía se siguen viviendo entrañables anécdotas. Entre estas paredes se han firmado grandes contratos del mundo del cine, se han formado grandes parejas, y se han celebrado infinidad de eventos y fiestas. En el Museo Chicote se sigue haciendo historia.
El animal más bello del mundo, Ava Gardner, es la musa de este local. Una vez que descendía del avión en Barajas comenzaba una maratón etílica que finaliza en Chicote. Allí vivió noches de locura, rodeada de apuestos galanes y muchas copas. Entre ellos se encontraba el torero Luis Miguel Dominguín, padre de Miguel Bosé, al que le dedicó caricias y largas noches de pasión.
En un lugar tan frecuentado por estrellas no fue extraño que el hecho llegara a oídos del marido de la diva. Frank Sinatra se subió a un avión con una dirección marcada en su libreta: Gran Vía, 12.
Frank era de armas tomar y no se iba a arrugar por encontrarse en otro continente. Entró en el bar buscando desesperado a su mujer. La encontró en buena compañía. La discusión se convirtió en mítica en Madrid y terminó con una habitación destrozada en el Hotel Intercontinental, donde se alojaba Ava y donde aún conservan la habitación intacta.
No obstante, ambos compartieron mesa en muchas noches de Chicote. Noches de mucho alcohol. En una de ellas, la actriz le dijo a Chicote: "Este es un bar de putas y yo soy una puta". El glamour a veces no está reñido con el lenguaje de la calle.
Otras noches estaba más inspirada y susurraba: "Encadenarme aquí y convertiré en sueños cada una de esas botellas".
Otro de los asiduos al local era Ernest Hemingway. Por amor a su Chicote escribió allí las crónicas de la guerra civil española. Hemingway amaba Madrid y siempre volvía a la ciudad. Hablaba un perfecto español y se hacía llamar Ernesto. Escribió al fondo de la barra sus crónicas de la guerra civil española, y escribía y bebía de pie, porque así el alcohol tardaba más en llegarle a la cabeza
Y no podemos olvidarnos de la gran Sophia Loren, la única diva viva de la época, que también protagonizó otra de las anécdotas al pedirle al barman que le regalara una de las botellas de su colección. Chicote se negó y fue un titular en toda la prensa. Incluso en la prensa italiana se hicieron eco de la negativa del maestro.
El caso es que poco antes, en una visita hecha al Museo por Sophia Loren en compañía de Cary Grant, la estrella vio una botella de porcelana que representaba fielmente su propia cabeza. Y, a pesar de que insistió una y otra vez, ofreciendo el precio que Chicote le señalara, este se mantuvo irreductible en no vender ni regalar.
Museo Chicote ha visto pasar a miembros de la realeza y a cantantes, actores, y actrices de otros tiempos como Grace Kelly, Audrey Hepburn y Bette Davis. También de nuestros tiempos, como Javier Bardem, Mario y Alaska, Pablo Alborán, Iker Casillas o Alejandro Sanz. Solo podemos decir que brindemos por otros 90 años más del referente de la coctelería española y del mundo.