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Del éxito a la bancarrota: la caída de Boris Becker, el tenista que lo tuvo todo


    Susana García

    Un juzgado de Londres ha condenado al extenista alemán a dos años y medio de cárcel por un delito de insolvencia punible. En concreto, Boris Becker ocultó 2,9 millones de euros después de haberse declarado insolvente. El campeón de seis Grand Slam estará entre rejas, al menos, un año.

    El deportista lo tuvo todo: éxito, fama y muchísimo dinero. Se estima que su fortuna rondaba los 200 millones de euros en su época dorada en el tenis, pero lo despilfarró en caprichos caros y malas decisiones. Por ejemplo, acumuló tantas multas de tráfico tras compararse un Maserati que, al mes, la policía se lo tuvo que confiscar.

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    Pero sus verdaderos problemas empezaron en el año 2000, cuando nació Anna, la hija que tiene en común con la modelo Angelika Ermakova. El triple campeón de Wimbledon negaba que esa niña fuese su hija porque, según recordaba, "solo había mantenido sexo oral con ella".

    Lo que Becker no sabía es que Ermakova usó el semen del tenista para inseminarse con él y tener una hija sin su consentimiento ni conocimiento. No había precedentes de un caso así y, en 2001, cuando la niña ya tenía casi un año, los resultados de ADN obligaron a Becker a reconocerla y pagarle cinco millones de dólares. 

    Lejos de convertirse en un secreto, el escandalo salió a la luz y le costó el divorcio con su mujer, Barbara Feltus, tras una década de relación. Feltus en aquel momento estaba embarazada de su segundo hijo, Elías. Dicha separación no fue precisamente 'barata': 15 millones de euros.

    Tampoco se manejó bien en el mundo de los negocios: su concesionaria de coches en Mecklenburg no progresó, sino que decreció en ventas año tras año, tal y como recogió El Confidencial en 2013. A esto se le sumaron los quebraderos de cabeza que le produjo su residencia Son Coll en Mallorca, que adquirió en 1997 y que le embargaron dos veces por no haber pagado las facturas ni a los trabajadores, que le reclamaban 246.000 libras en concepto de salarios.

    Además, según Daily Mail, pidió un préstamo de 1,2 millones de libras al multimillonario John Caudwell, con un tipo de interés del 25% que no pudo pagar. Muchos golpes recibidos para un deportista que estaba acostumbrado a devolverlos todos.