Jada Pinkett, adicta a la pornografía, llegó a ver hasta cinco películas de este género al día
Cecilia García
Por carambolas de la vida, la gran beneficiada del bofetón de Will Smith a Chris Rock ha sido la esposa del actor, Jada Pinkett, cuya popularidad ha subido el proporciones geométricas. En su programa de entrevistas, Red Table Talk, contó hace un par de años y con detalle sus múltiples relaciones sexuales y su adicción a las drogas.
Es la hora de las confesiones o, si se prefiere, de recuperar testimonios del matrimonio Smith. Todo para aprovechar el tirón que ambos tienen desde la gala de los Oscar y no precisamente porque Will Smith ganase en la categoría de Mejor Actor por El método Williams.
A las declaraciones de su esposa, que está largando sobre ellos a la menor oportunidad, se unen testimonios del pasado que en su momento pasaron inadvertidos.
En 2019, Pinkett habló con su madre, Adrienne Banfield, y su hija Willow Smith, sobre pornografía, un tema que la actriz domina con creces. Les dijo que antes de casarse era adicta al porno e incluso precisó que llegó a ver al día cinco películas de este género para adultos.
"Fue en el pasado, pero en ese momento no estaba con nadie. Tal vez, y lo digo ahora, tuve una relación poco saludable con ella en un momento de mi vida en la que estaba tratando de practicar la abstinencia", reconoció.
Sin embargo, este ayuno no era lo suyo, ya que "eso me condujo a establecer una relación poco sana con lo que estaba viendo, me sentía vacía", confesó. El visionado de estos títulos le llevaron a consumir drogas y a mantener relaciones sexuales de forma compulsiva.
Ya se sabe que Will Smith y Jada Pinkett tienen una relación abierta. Hace un año, tuvo una affaire con uno de los mejores amigos de su hijo Jaden Smith, el rapero August Alsina. Ella lo confirmó tiempo después. Se conocieron en 2015, durante un concierto de sus hijos en Londres. En ese momento se inició una amistad. Él tenía dependencia a los analgésicos desde que sufrió una fuerte caída y Pinkett se ofreció a ayudarle. Lo siguiente fue un romance. Continuará, porque los chismes propiciados por sus protagonistas van para largo.