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"Desde los 11 años tomaba pastillas para los nervios que robaba a mi madre", dice Johnny Depp durante el juicio contra Amber Heard


    María Rayo

    Durante el juicio por difamación por valor de 50 millones de dólares contra su ex esposa Amber Heard, Johnny Depp subió este martes al estrado y no pudo ocultar cierto nerviosismo. Se abrió en canal y contó su propia versión sobre su fugaz matrimonio. 

    Nació en una familia que no era ejemplar y su progenitora abusiva le dominaba, hasta el punto de que empezó a gestionar su "dolor" -así lo describió él- a los once años, edad en que empezó a tomar tranquilizantes que robaba a su madre. Después llegaron otro tipo de adicciones.

    Posiblemente sus abogados le recomendaron que ofreciese su imagen más frágil, ya que habló sin tapujos de las drogas y del alcohol, aunque su querencia por los tranquilizantes fue lo que le marcó su vida. Culpó de sus carencias emocionales a su madre, que ejerció sobre Johnny Depp abusos físicos y psicológicos.

    La tensión en el hogar le llevó a tomar a los once años lo que él denominó "pastillas para los nervios" que robaba a su progenitora. "Fue automedicación", afirmó la estrella de la saga de Piratas del Caribe. "A los quince ya las había probado todas".

    El jurado estaba muy cerca de él, al igual que Amber Heard. Delante de ellos explicó que nunca se drogó ni bebió en los actos lúdicos por placer "sino para apagar el dolor". Depp cargó contra su exesposa con el fin de precisar que "el abuso de sustancias que ha sido descrito por la Sra. Heard está groseramente maquillado y lamento decir que muchas de las cosas que ha dicho son falsas. Simplemente 'era un punto fácil para atacarme'".

    "No soy un maníaco"

    "No soy un maníaco que necesita estar drogado todo el tiempo", afirmó. A sus 58 años también dijo que tuvo largos períodos de sobriedad total en su vida. Según su versión, nunca estuvo en un plató "fuera de control". Admitió una nueva adicción: el opioide que le recetaron tras sufrir una lesión de espalda cuando rodaba una escena de acción en Piratas del Caribe: en el fin del mundo (2007).

    "Estoy avergonzado de algunas de las referencias que he detallado y por la ira del momento, que era el calor del dolor que estaba sintiendo. Me llevaba a lugares oscuros. A veces el dolor tiene que ser tratado con humor y, en ocasiones con humor negro", reflexionó.

    Llegó el momento de hablar de su relación con Amber Heard. "Hubo discusiones, pero nunca llegué al punto de golpearla. De ninguna forma, no he golpeado a nadie en mi vida".

    "Pasé de ser Cenicienta a ser el jorobado de Notre Dame"

    Ambos se conocieron en el rodaje de Diario de un seductor (2011). Rápidamente hubo feeling entre ellos, ya que Depp declaró que las chispas surgieron por primera vez mientras filmaban una escena en la ducha.

    "Era demasiado buena para ser real. Era tan amable...". Pero esa percepción duró poco, ya que empezaron los problemas. Depp soltó una frase lapidaria: "Pasé de ser Cenicienta al ser el jorobado de Notre Dame".

    Se esposaron en 2015 y el divorcio llegó en 2016. Amber Heard alegó que fue golpeada por el intérprete.

    Depp desmintió las acusaciones y poco después la demandante retiró la denuncia. ¿La razón? firmaron un acuerdo millonario para arreglar la situación. Pero su enfrentamiento siguió. En 2020, Depp denunció por difamación a su exesposa por una nota que publicó en The Washington Post en la que ella, sin nombrarle, denunciaba la protección que tenían algunos hombres que eran muy violentos. Llegó una contrademanda por 100 millones de Heard. También perdió un litigio con el tabloide The Sun. 

    Seis meses después se vieron otra vez la cara en los juzgados. Se supone que el último round será ahora, en la corte del condado de Fairfax (Virginia).