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El día que abrió el primer McDonald's en la URSS: Rusia pierde el gran símbolo de su apertura hacia Occidente
- La compañía decide echar el cierre a sus 850 locales en todo el territorio
Informalia
La Guerra de Putin contra Ucrania sigue teniendo consecuencias económicas y políticas para Rusia. Además de las sanciones impuestas por las principales potencias mundiales, durante los últimos días el país ha experimentado una importante fuga por parte de empresas multinacionales que estaban establecidas en el territorio.
De hecho, algunas de las marcas más emblemáticas de EE.UU. y la cultura del capitalismo, como Coca Cola, McDonald's o Starbucks han sido las últimas en anunciar, casi de forma simultánea, que suspenden sus operaciones en Rusia, sumándose así a las decenas de empresas que en días anteriores tomaron una medida similar.
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Aunque ya algunas compañías se sumaban a este aislamiento hacia Rusia, los anuncios conocidos este martes son muy significativos, por el volumen de negocios y por lo simbólico de unas marcas que representan como ninguna otra el llamado "american way of life". La llegada de estos iconos a Rusia, especialmente en el caso de McDonald's en 1990, se convirtió en su momento un acontecimiento de modernidad en la Rusia postsoviética.
McDonald's cierra sus 850 locales en Rusia
McDonald's fue una de las primeras grandes empresas en confirmar un cese de la actividad en Rusia. La compañía echa el cierre así a los 850 locales que tiene repartidos por todo el territorio y que dan empleo a más de 62.000 personas. La famosa franquicia de las hamburguesas llevaba ya varios días bajo presión y se multiplicaban en las redes los reclamos para que se sumara a las represalias contra Rusia.
McDonald's anunció finalmente este martes, 9 de marzo, que cierra temporalmente todos sus locales porque no puede "ignorar el innecesario sufrimiento causado a Ucrania". Eso sí, precisó que todos los empleados seguirán percibiendo sus salarios. La compañía de comidas rápidas recuerda que lleva 32 años operando en el país y que sus restaurantes pueden preciarse de dar servicio a "millones de rusos diariamente".
Rusia enloqueció con la llegada de McDonald's
Se trata sin duda de una decisión histórica que trasciende a lo meramente económico. Y es que Rusia pierde hoy al máximo exponente de su apertura hacia Occidente. La llegada del primer McDonald's a la antigua Unión Soviética supuso un antes y un después en la idiosincrasia del país y su integración en el mundo moderno.
McDonald's abrió su primer establecimiento en la URSS el 31 de enero de 1990, un día en el que miles de moscovitas enloquecieron, acudiendo en masa a la nueva hamburguesería que aterrizaba en la capital. El local estaba ubicado en la plaza Púshkinskaia del centro de Moscú y se formaron filas kilométricas en sus inmediaciones.
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El establecimiento logró batir el récord de clientes en una inauguración. El primer McDonald's de Moscú sirvió a más de 30.000 personas a lo largo de toda la jornada y multitud de medios de comunicación internacionales quisieron contar el fenómeno que se estaba produciendo. El récord anterior había sido en un McDonald's de Budapest con 9.100 clientes. La magnitud del evento era tal que la policía tuvo que intervenir para controlar la situación.
Boris Yeltsin sucumbió a la fiebre por los McDonald's
McDonald's se puso exquisito a la hora de contratar a sus primeros empleados en suelo soviético y sus primeros trabajadores eran estudiantes de prestigiosas universidades que dominaban varios idiomas extranjeros y que tenían habilidades para el trato con la gente. Estos empleados se eran muy distintos a los que había en el sector servicios del país en aquella época, mucho más frío y distante.
Las hamburguesas causaron un gran revuelo en la URSS provocando toda una revolución en la dieta del país, mucho más restringida que la occidental. La iconicidad de la marca hizo que además la gente comenzase a coleccionar en sus casas los envases desechables de las patatas, las bebidas y las hamburguesas. Hubo quien se lo llevaba hasta como souvenir después de visitar la capital.
En aquella época, McDonald's no era realmente barato para los ciudadanos de la Rusia postsoviética. Un Big Mac, por ejemplo, costaba aproximadamente lo mismo que un abono mensual de metro y autobús. El fervor se prolongó durante los siguientes dos años, en los que continuaron las colas a las afueras del local moscovita. Todo se calmó cuando se abrieron más McDonald's en Rusia. La apertura del segundo restaurante, en el año 1993, contó incluso con la presencia del presidente Boris Yeltsin.