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Carrie Johnson, ¿controladora, dominante y tóxica?: blanco de un debate nacional
Informalia
Así es como describe Michael Ashcroft a la mujer del primer ministro británico en su libro 'First Lady'. "Tienen una relación tóxica", es lo más suave que ha escrito el autor sobre el matrimonio Johnson. Estas acusaciones han abierto un debate público en torno a la primera dama.
Todas las miradas acusadoras apuntan a esta mujer de 33 años y madre de los dos hijos pequeños de Boris Johnson, según el relato del autor. El millonario conservador Ashcroft asegura que Carrie ha desestabilizado emocionalmente al primer ministro y que supuestamente interfiere en su trabajo y en sus decisiones. Son innumerables las acusaciones que lanza el conservador contra la primera dama: "Boris está atrapado en una relación emocionalmente disruptiva". Tienen "una relación tóxica"... "Johnson no sabe decir 'no' a Carrie".
Envió a Boris 89 SMS en un minuto
La capacidad controladora de la primera dama quedaría plasmada con la anécdota de enviar a su marido "89 mensajes de texto en un minuto", un detalle recogido por Ashcroft en su libro y que en una ocasión también reveló Dominic Cummings, ex asesor en Downing Street.
"No hagáis nada que pueda servir para que ella me torture cuando llegue a casa. Tenéis que ayudarme. Mi vida es miserable", habría llegado a decir el premier a su equipo de Gobierno,lo que da idea de la alta influencia que ejercería su mujer sobre él.
Además, Carrie está también salpicada por el caso partygate, las fiestas ilegales en Downing Street, mientras el país sufría estrictos confinamientos nacionales a causa de la pandemia.Todas estas acusaciones han abierto un debate público en torno a la figura de la primera dama: los que recelan de ella y de su influencia desmesurada sobre su marido y los que interpretan esta campaña de críticas como un ataque sexista.
Carrie, tercera esposa de Boris, es hija de los fundadores de The Independent, diario de centro izquierda. Estudio Historia del Arte y en la Universidad de Warwick. Entró a formar parte del partido conservador en 2010 y trabajo en el equipo que preparó la campaña de Boris para ser reelegido alcalde de Londres.