Actualidad

El hermano de Urdangarin, incómodo con Kike Calleja cuando le persigue para preguntarle por el escándalo


    J. Moriarty

    Desde que el pasado martes 18 de enero anticipamos en Informalia que el marido de la infanta Cristina había sido fotografiado en actitud cariñosa con una mujer que no era la suya, la vida de los protagonistas del escándalo ha dado un vuelco radical. Aquel mismo día, en Zarzuela no se hablaba de otra cosa. Cristina lloraba a sus padres por lo que para ella es una tragedia en su vida y ya el miércoles, con la revista Lecturas en la calle, la bola de nieve empezó a hacerse más y más grande. Pero no solo Iñaki Urdangarin y su novia están siendo constantemente abordados por paparazzi y reporteros. La madre de Ainhoa Armentia, los familiares y demás personajes secundarios del culebrón sufren los efectos colaterales que afectan a todo el entorno del exjugador de balonmano y la infanta Cristina. 

    Lea también: Pablo Urdangarin asegura que ni él ni sus hermanos conocen a Ainhoa, aunque si surge la ocasión no tendría problema

    Este jueves, Mikel Urdangarin, hermano del ex duque, ha demostrado contar con un aguante excepcional después de que un cámara de Telecinco y un reportero le persiguieran literalmente con micro en mano haciéndole preguntas que él no quería contestar. Después de hacer ver a los reporteros en reiteradas ocasiones que no deseaba hacer declaraciones, se vivieron unos instantes de verdadero acoso al cuñado de la infanta. Él contuvo la tensión delante de las cámaras de televisión, que le habían localizado en Vitoria andando por la calle.

    El cuñado de la infanta soportó las primeras andanadas, con una insistencia por parte del reportero de Sálvame Kike Calleja que rozaba el acoso. No es que Calleja le preguntara una o dos veces sobre su opinión sobre la interrupción de la relación matrimonial de su hermano y la hija de los reyes eméritos, es que cuando ya había insistido y había quedado perfectamente claro que Mikel no quería ni iba a contestar, siguió insistiendo y preguntando, persiguiendo al cuñado de la infanta.

    Solo al final, y sin levantar la voz ni llegar en ningún momento a perder los nervios ni la paciencia, a pesar de las provocaciones, Mikel reaccionó diciendo que le estaban molestando. Mikel Urdangarin ha podido controlar los nervios a pesar de la insistencia de Calleja, que ya estaba provocando más que insistiendo, puesto que sabía que su 'víctima' no deseaba responder y no iba a hacerlo. "No me molestéis", se ha limitado a pedir Mikel tras las reiteradas preguntas de Calleja. "Es un asunto privado como sabéis, no tengo nada que decir y no me preguntes", decía el hombre, visiblemente incómodo.