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La intensa vida de Ricardo Bofill, el primer arquitecto 'estrella' en España


    Informalia

    El reconocido arquitecto catalán Ricardo Bofill ha fallecido este viernes, 14 de enero, en Barcelona a los 82 años de edad por complicaciones del Covid-19, tal y como informó su familia. 

    Bofill fue un arquitecto de proyección internacional y larga trayectoria en el ámbito de la arquitectura, el diseño y la planificación urbana. Nació en Barcelona en el año 1939 y estudió, inicialmente, en Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona y completó su formación en Suiza.

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    Sus obras

    Entre sus obras de diseño urbano figuran la Place de l'Europe de Luxemburgo, la Nueva Castellana de Madrid,  el Palacio Municipal de IFEMA o el parque del Manzanares. También en Francia, el barrio Antigone en Motpellier, la Nueva Bocana del puerto de Barcelona o la remodelación y ampliación del aeropuerto de la capital catalana, donde además proyectó el Teatre Nacional de Catalunya y el Hotel Vela.

    Por si fuera poco, a Bofill se le deben edificios tan emblemáticos como el mítico Walden 7 de Barcelona, cuya fachada irregular no deja indiferente a nadie; o la Muralla Roja de Calpe, un conglomerado de edificios que años después de su construcción se compara con la estética futurista de la exitosa serie de Netflix El juego del calamar.

    Annabelle y Serena, las dos mujeres de su vida

    Pero más allá de su exitosa carrera entre planos, escuadras y cartabones, Ricardo Bofill también se hizo un nombre en la crónica social gracias a su importante agenda de contactos pertenecientes a todas las esferas. "Hace dos años cuando celebró su ochenta cumpleaños, Ricardo nos reunió a todas sus amistades en su casa alrededor de una larga, larguísima mesa exquisitamente decorada para compartir una cena fantástica", recuerda el fotógrafo Antoni Bernad en Vanity Fair, que compartió con él grandes veladas en el mítico Bocaccio, todavía conmocionado con la muerte del que fuera el primer arquitecto del star system español, antes de que llegara Calatrava.

    El arquitecto catalán nacido en el seno de una familia burguesa, tuvo cuatro relaciones a lo largo de su vida. Su primera mujer fue la actriz Serena Vergano, con la que tuvo a su primer hijo, Ricardo Emilio, en el año 1965. Años más tarde, la relación se terminaría rompiendo y el arquitecto conocería a la artista Annabelle d'Huart. En el año 1980, Bofill sénior tuvo a su segundo hijo, Pablo.

    Ricardo Bofill en la prensa del corazón

    Ricardo Emilio fue su primer hijo y también una de las personalidades más polémicas de la década de los 90 en España. Se casó en 1993 con la hija mayor de Julio Iglesias, Chábeli, en el Taller de Arquitectura de Ricardo Bofill. La boda fue una celebración por todo lo alto que corrió a cargo de Julio Iglesias, pese a que el cantante había advertido a su hija que su matrimonio sería un fracaso. Al evento del año asistieron personajes como Pitita Ridruejo, Terenci Moix, Carmen Martínez-Bordiú, Pere Portabella o los padrastros de Chábeli Iglesias, el marqués de Griñón y Miguel Boyer.

    Tan solo tres años más tarde de su boda con Chábeli, la pareja se separó y en 1995 el hijo del arquitecto volvía a generar todo tipo de titulares por su nuevo amor: Paulina Rubio. La cantante y Bofill celebraron una boda africana en 1999 sin ninguna validez legal y estuvieron muy unidos hasta 2004.

    Pablo, nacido en su relación con la artista Annabelle d'Huart, ha sido más discreto en su vida amorosa. Se casó en el año 2014 con una diseñadora colombiana y no se ha sabido mucho más de su vida. Es economista y se ha encargado, desde que se graduó, de llevar la gestión del estudio de arquitectura de su padre. Hoy, tiene 42 años.

    Sin embargo, la farándula terminó por cansarle y Bofill se retiró de la opinión pública. "Decidí que no quería seguir siendo famoso, la celebridad y la competición dejaron de interesarme: lo que me interesaba era la arquitectura en sí misma y adopté un perfil bajo. Por ese motivo, he concedido muy pocas entrevistas. No me interesa tener una gran fama porque es peligroso: te construye una personalidad que no es la adecuada para el trabajo, te transforma en un individuo orgulloso y despectivo", dijo el arquitecto en una conversación con ABC.