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Gustavo y María y su esperada boda: por lo civil, en Barcelona y la anécdota de su hija Mía


    Informalia

    Después de dos fechas aplazadas por culpa de la pandemia, el paparazzi y su novia se han dado el "sí, quiero". Ha sido un enlace íntimo, con la presencia de los testigos y su pequeña Mía, que pedía el pecho de su mamá.

    Fue una celebración muy íntima, ajustada a las restricciones de la sexta ola de Covid. Gustavo González y María Pascual se casaron el pasado 7 de enero en el Ayuntamiento de Sant Viçent de Montalt (en Barcelona), tal y como publica la revista Diez Minutos.

    Una boda civil muy deseada, que se había hecho esperar y que tuvo que ser aplazada en dos ocasiones por la pandemia. María, muy guapa, lució un vestido de Jordi Dalmau, el mismo diseñador que vistió a Gustavo, ya que es muy amigo del matrimonio.

    La anécdota de la ceremonia vino de la mano de la pequeña Mía. La radiante novia tuvo que interrumpir el acto para dar el pecho a su hija (cumple 2 años en abril). La jueza, con toda naturalidad, esperó a que la toma de la peque concluyera.

    Con este simbólico enlace, el matrimonio sella su amor secreto de diez años (cuatro de ellos, de forma oficial). Ante las restricciones por el Covid, Gustavo y María han decidido celebrar una gran fiesta con sus amigos y familiares el 7 de mayo.