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Susanna Griso, emocionada, desvela cómo eran las navidades de su infancia: "El caldo no daba para más"
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La presentadora ha compartido con sus espectadores este miércoles una anécdota navideña familiar en la que ha recordado a los que ya no están: sus padres, Paco y Montserrat, y dos de sus seis hermanos. Con voz entrecortada, Susanna Griso (52) ha contado cómo su madre refunfuñaba cuando los hijos querían llevar a sus amigos a casa mientras su padre los animaba: "Dile que se venga, ¿eh? Todo se arregla con una taza más de arroz...".
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La madre, al final, aceptaba a regañadientes: "Siempre se venían entre quejas de mi madre porque decía que el caldo no daba para más y la paella en cuestión iba a quedar muy insípida", ha recordado Griso.
Los Griso-Raventós eran una familia muy unida. Paco, un empresario textil, y Montserrat, tuvieron siete hijos. Susanna era la menor y bromeaba con ellos: "Yo le decía a mi padre que era 'el accidente' y él decía 'no, la sorpresa". El primero en marcharse fue uno de los hermanos, enfermo de VIH, tal y como ella desveló hace pocos meses: "Mi hermano murió de VIH, era gay en una época en la que, lamentablemente, el VIH no tenía tratamiento". Después perdió a sus padres y en junio de 2019 murió su hermana mayor, víctima de un infarto.
Será una Navidad diferente para Susanna. Este mes se cumple un año de su divorcio de Carles Torras, con el que estuvo casada 23 años y tiene tres hijos: dos biológicos, Jan y Mireia, y una adoptada en Costa de Marfil, Dorcette. Por otro lado, su amistad con el empresario Joaquín Güell se ha afianzado en los últimos meses: "Me sonríe la vida, que ya es mucho", dijo la presentadora de Espejo Público hace unas semanas.