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El rey Juan Carlos llora en silencio la muerte de su amor de juventud, Olghina de Robilant


    J. Moriarty

    La muerte de Olghina de Robilant ha removido grandes recuerdos de juventud al Emérito. La condesa italiana fue uno de los grandes amores de Juan Carlos de Borbón a principios de la década de los sesenta, y se enviaban pasionales cartas que salieron a la luz hace unos años, demostrando la enorme complicidad entre ambos.

    Olghina falleció este domingo, a los 87 años, víctima de una larga enfermedad y sin revelar jamás si fue ella la que traicionó al entonces cadete de la Academia Militar de Zaragoza vendiendo las misivas a la revista italiana Oggi.

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    En una de esas cartas, el, en aquel tiempo, príncipe, declara su amor a la condesa pero le aclara que no podrá casarse con ella y que sus preferencias le llevan hacia Gabriela de Saboya. Su amor era tan libre que Robilant llegó a confesarse así: "Nuestra relación no conocía compromisos y no éramos fieles". 

    Aristócrata, periodista y escritora, en 1991 publicó Sangre azul, un libro en el que, entre otros episodios de su vida, narra su pasional idilio con el que años más tarde sería padre de Felipe VI.

    La periodista y escritora publicó varios libros y mantuvo una colaboración regular en la prensa, además de pertenecer a la Jet Set de la época. Mediática, libre e independiente, mantuvo amores sonados con otras personalidades como el rey Umberto de Saboya, Burt Lancaster, Ernest Hemingway, Truman Capote, Federico Fellini (que al parecer se inspiró en ella para varias escenas de la película Dolce Vita), Aristóteles Onassis, Tony Curtis o Alain Denlo.

    El noviazgo que la condesa mantuvo un con el nieto de Alfonso XIII cuando él tenía 19 años y ella 23, es pública desde que en 1988 salieron a la luz las citadas cartas de amor que ambos habían intercambiado.

    Cartas de amor de Juan Carlos de España, titulaba en portada Oggi en un primer capítulo de siete páginas de un reportaje que incluía cuatro fotos de unos supuestos manuscritos originales enviados a la condesa en el año 1957.

    Uno de los manuscritos publicados llevaba fecha del 7 de noviembre de 1957 y estaba escrito primero en francés y luego en español: "Anteayer he recibido tu carta, que me ha gustado mucho. Creo que me conoces y sabes que cuando digo que te amo, lo digo seriamente".

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    El semanario agregaba entonces que Juan Carlos de Borbón conoció a Olghina Di Robilant, perteneciente a una noble familia del Piamonte (norte de Italia), en Portugal, "durante las vacaciones de Navidad de 1956- Tenía casi 19 años y era la estrella emergente entre todos aquellos fantasmas del pasado. Ella tenía 23 y era muy bella".

    Publicaba el diario Oggi que "con la lealtad y honestidad que han caracterizado siempre su comportamiento, en cualquier circunstancia, y que le permitieron conquistar la confianza incondicional de los españoles, don Juan Carlos advirtió a Olghina, desde el primer beso, que se trataba de un amor imposible, ya que su vida estaba hipotecada por la historia y completamente dedicada a España".

    Juan Carlos de Borbón se casó con la entonces princesa Sofía el 14 de mayo de 1962. La actual reina Emérita, hija de los reyes de Grecia, Pablo I y Federica, se convirtió así en la madre de los tres hijos del monarca.

    Juan Carlos fue proclamado Príncipe de España y sucesor, a título de Rey, en la Jefatura del Estado en 1969. Cuando murió Franco, en 1975, fue proclamado Rey de España.

    El amor de Juan Carlos I por Olghina di Robilant fue recogido en la serie El Rey (Telecinco), donde también se contaron otros de sus primeros amores, como los que vivió con María Gabriela de Saboya. Pero fue el romance con la condesa Olghina di Robilant el que enfrentó al joven Juanito con su padre ya que Don Juan de Borbón se opuso a ese amor.