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Alejandra Rubio da otro giro a su formación y ahora quiere ser actriz: así es su prestigiosa escuela


    Informalia

    Al igual que Isa Pantoja, que quiere ser notaria, o Rocío Flores, que quiere dedicarse al mundo del marketing, Alejandra Rubio también tiene otras aspiraciones más allá de los corrillos de la televisión. La única hija de Terelu Campos, en plena guerra con su tía Carmen Borrego, quiere ser actriz y se lo está tomando muy en serio. Tanto es así que ya se ha matriculado en Estudio Juan Codina, una importante escuela de interpretación de Madrid.

    La nieta de María Teresa Campos ha pagado 800 euros por el curso de iniciación, que comenzó el pasado 18 de octubre y durará hasta el próximo 20 de diciembre, según avanza El Español. Un precio que se justifica, entre otras cosas, por el alto nivel del profesorado de la academia, donde actores de renombre de la talla de Hugo Silva o Carmen Machi imparten clases.

    Para conseguir la titulación completa, es necesario cursar tres años de la escuela. Para ello, es necesario abonar 340 euros de matrícula y después 340 euros al mes. Tal y como desprende la página web de Juan Codina, el primer curso de formación regular se imparte en horario de tarde, de 16:30 a 21:30, martes, miércoles y jueves. El segundo y tercer año tienen opción de mañana o de tarde a elegir: martes, miércoles y jueves de 10h a 15h o de 16.30h a 21.30h.

    "Uno de los principales objetivos del estudio siempre ha sido el desarrollo del actor no solo como ejecutante sino también como creador. Además de la formación instrumental, para el conocimiento y el perfeccionamiento del cuerpo y de la voz, con los años, ha ido ganando importancia el desarrollo de un punto de vista propio, de una mirada artística y personal no solo sobre el teatro y el oficio del actor sino sobre todo lo que le rodea", reza la escuela donde quiere formarse como actriz la hija de Terelu.

    Así, el carácter decidido de Alejandra podría encajar muy bien con los 'dogmas' de la escuela, pues uno de los objetivos de la academia es formar a personas con ideas claras, que no adopten el rol de meros receptores: "Tratamos de incentivar que el alumno tome un rol activo en su propia formación. Al huir de los dogmas y, partiendo de la base de que cada actor es un método en sí mismo, es necesario que el alumno no se coloque en un rol pasivo como mero receptor de información, sino que se implique de manera activa filtrando la pluralidad de puntos de vista que es característica del estudio, para poder acabar construyendo su propio sistema de trabajo".

    Esta no es la primera aventura académica que emprende Alejandra, ya que, nada más alcanzar la mayoría de edad, se matriculó en Diseño de Moda, pero, pese al gusto que ha mostrado siempre por este sector, no terminó de encajarle y lo abandonó por el grado en Derecho, una carrera que decidió estudiar a distancia, mientras comenzaba sus primeros pinitos en algunos espacios televisivos de Mediaset, como Viva la vida o La isla de las tentaciones. Sin embargo, este ámbito tampoco terminó de convencerla y ha decidido sustituirlo por el de la interpretación.