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Kiko Rivera lanza un mensaje de advertencia a su madre: resucita el Kantora is mine
J. Moriarty
Nada más aparecer en el plató del Deluxe ya vimos que las cosas entre Kiko Rivera y su madre no son tan idílicas como quieren hacernos ver. El dj mandaba un mensaje encubierto a su progenitora, luciendo una sudadera del todo significativa en la que se podía leer Kmine, o sea, el lema de su firma de ropa, Kantora is mine, o lo que es lo mismo, Cantora es mía.
"He perdonado el tema económico a mi madre, pero me tiene que dar explicaciones", dice. Pero reconoce que "las cosas no están tan bien con ella como parecen. Me lo está poniendo muy difícil. El día en el que nos reencontramos en Cantora nos dimos un abrazo que duró quince minutos. Mataría para que esos minutos se eternizaran toda la vida, sentía que estaba con la madre de nuestros mejores tiempos, de cuando reinaba la armonía entre los dos. Pero no… esa misma noche ella ya quería que habláramos de nuestras diferencias económicas, y le dije que no era el momento…"
No estaba a gusto y decidió dejar la finca y marcharse a su casa: "Me encontraba incómodo, no sentía que estuviera en mi casa, necesitaba tranquilidad."
Quedaron en verse, pero el reencuentro aún no se ha producido. Kiko asegura que "aún no he podido ir, por mi trabajo." Pero, al mismo tiempo, dejó entrever que su madre tampoco ha puesto de su parte para fijar esa cita.