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El golpe maestro de Roger Federer: gana 90 millones de dólares al año sin tocar una pelota


    Jesús Manjón

    El caso de Roger Federer es casi insólito en la historia del deporte. El tenista ocupa el séptimo puesto en la lista Forbes de deportistas mejor pagados del mundo, con 90 millones de dólares (unos 77,8 millones de euros) de ganancias, y sin embargo, apenas participa en torneos debido a su edad, 40 años, y sus lesiones constantes.

    De lo que ingresa Roger, tan solo 30.000 euros provienen de los beneficios que le genera la competición. El resto del dinero proceden de sus históricos acuerdos de patrocinio, como ya desglosó en su momento el portal Money Control.

    Vamos con ello: Federer sujeta desde 1998 raquetas de la marca Wilson, lo que le brinda 350.000 dólares cada año desde 2003. Luce en sus muñecas relojes Rolex, que le aportan 8 millones de dólares cada año. Conduce coches de la marca Mercedes-Benz, que le ingresa 5 millones de dólares anuales. Bebe champán Moët & Chandon desde 2012, por lo que gana otros 8 millones de dólares. Y, por supuesto, come chocolates de la marca suiza Lindt, lo que le reporta un beneficio de 4 millones de dólares.

    Por si fuera poco, en 2009 firmó un acuerdo de patrocinio con el banco Credit Swiss por 2 millones anuales y mantiene un vínculo duradero con la empresa de telecomunicaciones Sunrise por 7 millones. La marca de pasta Barilla le ingresa 8,1 millones de dólares al año y NetJets otros 6 millones anuales más.

    Todos estos acuerdos suman una cantidad cercana a los 50 millones de dólares, cifra a la que antes se sumaban los 10 millones de dólares que percibía por su larga colaboración con Nike, un acuerdo que finalizó en 2018. En ese momento, Roger dio su mejor golpe y se cambió a la firma japonesa Uniqlo, con la que firmó un acuerdo de 10 años y 300 millones de dólares. Dejó de ganar los 10 millones de Nike para ganar 30 con Uniqlo.

    Como su unión a la marca japonesa no incluía el calzado, continúo usando zapatillas Nike sin recibir nada a cambio. Hasta que se cruzó en su camino la marca suiza On, compañía de la que se convirtió en inversor, diseñador y embajador global hace un par de años. Aunque se desconoce el montante total de la operación, algunos medios de su país apuntan a que el tenista invirtió unos 54 millones de dólares. Pese a lo elevado de la cantidad, lo cierto es que Roger ya lo está rentabilizando, puesto que On salió recientemente a Bolsa y alcanzó una valoración de 11.000 millones de dólares en su debut. Otro golpe maestro de Roger que le convierte en uno de los mejor pagados del deporte... sin pisar una pista de tenis.