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Así será la -conflictiva- boda de la princesa Mako y su novio 'plebeyo', los 'Harry y Meghan de Japon'

    Kei Komuro y la princesa Mako durante el anuncio de su compromiso. Getty

    Carlota Reina

    Tras muchos años de obstáculos y dificultades, la princesa Mako (29), sobrina del emperador de Japón, se casará el 26 de octubre con Kei Komuro (29), su novio de toda la vida. La boda estaba planeada para noviembre de 2018, pero decidieron atrasarla por el conflicto financiero en el que estuvo envuelta la madre de Komuro, cuando se pensó que había utilizado el dinero de su exprometido para financiar la educación de su hijo.

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    La Agencia de la Casa Imperial anunció el viernes 1 de octubre que la princesa Mako se casaría con Komuro el próximo 26 de octubre. Pero en lugar de ser un día de celebración nacional, la boda se verá envuelta en un contexto de escándalo y desaprobación pública, puesto que la princesa tendrá que renunciar a su estatus social una vez suceda ya que su prometido, que es un antiguo compañero del colegio, no pertenece a su misma "clase".

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    Al principio, se les presentaba como la pareja perfecta. Una historia digna de Disney en la que una princesa estaba dispuesta a dejar sus privilegios imperiales por el amor de un joven abodago en prácticas. Pero después del escándalo financiero de la familia, los medios nipones han dado un giro al concepto de este matrimonio y les apodan como los "Harry y Meghan de Japón", ya que la pareja también tiene planes de dejar el país e irse a vivir a Estados Unidos después de la boda, donde Kamuro ha encontrado trabajo en un importante bufete de abogados.

    En este agitado contexto, Komuro se ha convertido en una presa fácil para la prensa, que sabe lo que 'vende' esta relación. La semana pasada, el prometido de la princesa Mako fue recibido por más de 150 reporteros en el aeropuerto de Narita (Tokio), que centraron los titulares en su apariencia y en la coleta que se había dejado crecer después de su paso por Estados Unidos. Según la BBC, "en un país donde la apariencia juega papel importante en las impresiones de la gente, muchos sintieron que era una prueba más de que él no estaba en condiciones de casarse con la princesa Mako".

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    Según los informes, Mako renunciará a un pago de hasta 150 millones de yenes (más de 1.160.000 euros) que generalmente se le da a un miembro de la familia real cuando se va de casa (un pago financiado por el contribuyente). Por lo tanto, esta será una boda muy diferente al resto, pues no tendrán una ceremonia de compromiso oficial ni reunión formal con el emperador de Japón antes del enlace. No obstante, registrarán su matrimonio en una oficina del gobierno antes de mudarse a Nueva York.

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    Por su parte, los padres de Mako han intentado quedarse al margen. Su madre, la princesa heredera Kiko, declaraba a principios de este mes que "respetaría los sentimientos de su hija tanto como sea posible", y añadía que "si bien ha habido asuntos con los que puedo sentir empatía, también hay temas en los que nuestras opiniones difieren". Akishino, el primero en la línea de sucesión, decía en The Guardian que aprobaba el matrimonio "si casarse es lo que realmente quieren".

    Princesa Mako y princesa Kiko. Getty.

    Todo apunta a que la joven pareja seguirá en el punto de mira de los medios incluso una vez hayan abandonado su país de origen. Algo que ya vivió Komuro en sus propias carnes durante su viaje por la Gran Ciudad estadounidense, donde le 'perseguían' los periodistas japoneses.