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La amante de Vladimir Putin, de limpiadora a rica: amasa una fortuna de 100 millones de euros desde que se le relaciona con él


    Jesús Manjón

    Svetlana Krivonogikh, amiga especial de Vladimir Putin, también aparece en los Papeles de Pandora. Esta mujer rusa, que nació en una familia humilde y trabajó de limpiadora, amasó una fortuna cercana a los 100 millones de euros al mismo tiempo que se le relacionaba con el presidente ruso, que podría ser el padre de su única hija.

    Según se detalla en la investigación, la amante de Putin adquirió en 2003 un apartamento de lujo en Montecarlo (Mónaco) por 4,1 millones de dólares, lo que sería 3,6 millones de euros, a través de la sociedad offshore Brockville Development Ltd, creada pocas semanas después de dar a luz a su hija, Luiza Rozova. En aquella época, los medios rusos relacionaban a Svetlana con el líder de Rusia. El medio de investigación ruso Proekt va más allá y asegura que la ex limpiadora es la madre del hijo de Putin.

    La adquisición de este lujoso apartamento no solo coincidió con el embarazo, sino también con una temporada en la que Svetlana amasó una importante fortuna. Entre sus inversiones, la amante de Putin posee una participación en un banco ruso dirigido por gente cercana al presidente y la mayoría de acciones del resort de esquí donde se casó una de las dos hijas de Putin con su mujer.

    Por si fuera poco, tiene un yate, una cuenta en una entidad bancaria que también aparece en los Pandora Papers y numerosos apartamentos en las zonas más acaudaladas de San Petersburgo. En total, el patrimonio de la ex limpiadora se estima en 7.700 millones de rublos solo en Rusia, unos 91 millones de euros.

    En los documentos obtenidos no se detalla de dónde procedía el dinero, siendo este un gran misterio. Resulta muy sorprendente que una mujer de orígenes tan humildes pueda amasar un patrimonio de tal calibre. En la investigación también se explica que las personas que participaron en la compra del apartamento en Montecarlo tomaron medidas para que no se conociera el verdadero nombre y estatus del verdadero propietario. Los registros muestran que Svetlana ya constaba en 2006 como tal.

    Aunque Svetlana trata de ocultar que Vladimir sea el padre de su hija, la joven Luiza, de 18 años, no lo lleva tan en secreto. En los documentos oficiales, aparece de segundo nombre: "Vladimirovna", que significa, literalmente, "hija de Vladimir". Asimismo, presume de su parecido físico al presidente ruso: "Comparándome con sus fotografías de joven, probablemente, sí, me parezco a él", declaró a la revista GQ en febrero.