El espíritu de Sandra Domecq preside la boda de su hija Claudia Osborne
J. Moriarty
Fueron madre e hija, pero también uña y carne, amigas, confidentes y consejeras. José Entrecanales se casa este sábado con Claudia Ortiz en la iglesia de San Miguel de Jerez, la misma en la que contrajo matrimonio su progenitora, Sandra Domecq, con Bertín Osborne hace 44 años.
El espíritu de la inolvidable Sandra, fallecida en 2004 víctima de un cáncer, preside la ceremonia. Ella adoraba a Claudia, su hija pequeña, la niña de sus ojos, y aquel adiós tan prematuro destrozó, en cierto modo, la vida y las ilusiones de quien hoy convierte su boda en un gran homenaje póstumo a quien la trajo al mundo.
Sandra está en la mente de todos, de Bertín, de sus otras hijas, Eugenia y Alejandra, de aquellos que la conocieron y cultivaron su amistad. Yo mismo, puedo presumir de haber sido su amigo. Era una mujer sensible y cariñosa, solidaria, llena de vida. La enfermedad no le quitó la sonrisa y se fue de este mundo derrochando amor hacia los suyos. Un ejemplo de vida.
Años antes de su muerte, coincidimos en la iglesia de San Miguel. Se casaba otra de sus hijas, Alejandra, y pude contemplar sus lágrimas de emoción en el momento del 'sí, quiero'. Ya se encontraba enferma pero ni por todo el oro del mundo se habría perdido aquella boda. Al acabar la ceremonia tuve la oportunidad de mantener una corta conversación con ella. Cerca de nosotros, Claudia se divertía con unas amigas. Su madre me miró y me dijo: "Espero vivir lo suficiente para ver casada a mi niña". Pero sabía que era un sueño que estaba en manos de los médicos.
Cuando esta tarde, Claudia, su marido y sus invitados lleguen a la Finca Santiago, donde tendrá lugar el banquete nupcial, el espíritu de Sandra seguirá presente, porque allí vivió sus primeros años de matrimonio con Bertín. Los dueños de la propiedad fueron los abuelos de la novia, Beltrán y Ana Cristina, y en ella pasó su infancia la hoy contrayente.