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Rocío Jurado pedía a sus amigos paparazzis que vigilaran las andanzas nocturnas de su marido José Ortega Cano
J. Moriarty
La recordada Rocío Jurado no debía fiarse al cien por cien de las escapadas nocturnas de su marido, José Ortega Cano, porque pidió a dos amigos paparazzi que siguieran sus pasos para que le contaran sus descubrimientos. Uno de ellos, Tino Torrubiano, confirma a Informalia que es cierto.
"Rocío me pidió que siguiera su esposo porque quería estar al tanto de todos sus pasos. Pero no descubrí nada raro, simplemente le gustaba divertirse". Y estaba tan a gustito.
Hoy vuelve a ser actualidad este episodio por la aparición de las reflexiones secretas de la tonadillera. Y si tanto le molestaban aquellas escapadas, seguro que las plasmaba es esos escritos solitarios que acompañaban sus momentos más íntimos, y a saber si lo hacía con desprecio, rencor o cabreo absoluto.
Por eso, Ortega muestra un cierto temor a lo que puedan guardar esas cuartillas. Y más si en ellas Rocío aclara cuál era su verdadera relación con su marido, o si es cierto que estaban a punto de separarse.
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¿Existe una intrahistoria fatídica detrás del idílico matrimonio entre la artista y el torero? ¿Sufría la Jurado al ver que su hija Rocío Carrasco y sus dos hijos adoptivos, Gloria Camila y José Fernando, no mantenían la estrecha relación que a ella le hubiera gustado? Las incógnitas tendrían respuesta en esos escritos que podrían ver la luz en la segunda parte del docudrama que la antaño Rociito protagonizará próximamente en las pantallas de Telecinco.