Ortega Cano responde, a golpe de talonario, a Rocío Carrasco: "Fue muy dura, yo no tengo que pedirle perdón por nada"

El torero fue protagonista involuntario de la docuserie de Rocío Carrasco, que habló de su matrimonio con Rocío Jurado y no le dejó en muy buen lugar. Ortega Cano evitó hacer declaraciones estos meses pero este viernes se ha sentado con Toñi Moreno en Viva el verano para responder: "Sus palabras fueron durísimas".

El torero, que ha acudido a Mediaset acompañado por su mujer, Ana María Aldón, ha hablado del famoso documental y del matrimonio entre su hijastra con Antonio David Flores: "Me sorprendió su historia del maltrato porque Rocío nunca recurrió a mí en ningún momento", ha dicho el torero que, sin embargo, en aquella época entró en un programa de televisión y llamó "maltratador" a Antonio David Flores. Sin querer hablar de esto, ha continuado: "Lo que me hace cambiar mi actitud con Antonio David e invitarlo a mi boda fueron los niños, Rocío y David. Me hubiera gustado que Rocío Carrasco estuviera en mi boda, claro que sí".

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El diestro, de 67 años, ha querido dejar claro que su relación con Carrasco siempre fue muy buena: "Yo he querido muchísimo a Rocío Carrasco, porque eso me lo transmitía mi mujer, porque lo que más le gustaba era tener a la familia unida. Yo fui a Argentona con mi mujer y cuando llegamos estaban tirados en el suelo, y yo no lo permití, en una hora les busqué una casa amueblada de dos plantas".

Ahora, ni comparte ni entiende las declaraciones de Rocío, que afirmó que la decisión de su madre de casarse con Ortega Cano fue "desacertada": "Algunas palabras de Rocío Carrasco fueron durísimas. Ahí está nuestra historia, las imágenes... Eso no se puede quebrantar de esa manera. El nuestro fue un amor tremendo. Yo no sé por qué lo dice, le cogería en un momento que yo no era de su agrado, aunque creo que ella me tiene cariño y estaría haciendo... no sé, es que no sé", ha respondido el torero sin querer meterse en faena. "Rocío Jurado ha sido la mujer más importante de mi vida. Yo me quedé muerto en vida, quería morir con ella. No me duele nada de lo que han dicho, y si me duele me aguanto, soy un tío duro. La gente habla desde el desconocimiento".

A pesar de que ha hablado en varias ocasiones de un acercamiento familiar, ha confesado no haber hecho nada por propiciarlo: "No me he planteado llamarla, la verdad. Quiero ver qué pasa con la familia en la segunda parte del documental, quiero darle tiempo al tiempo. Lo que a mí me gustaría es que la familia se uniera de nuevo, las cosas se pueden hacer, estar acertado o no, pero hay que meditar un poco". Además, se ha mostrado tajante: "No tengo que pedirle perdón a Rocío Carrasco, no le he hecho nada para tener que hacerlo. Nuestra relación fue siempre muy bonita, desde que ella era niña".

Y ha añadido: "Me da pena que no tenga relación con sus hermanos, pero la verdad es que mis hijos están arropados, yo les protejo. Mi Gloria es para comérsela y a José Fernando hay que ayudarlo. Yo voy todas las semanas a verlo, a almorzar con él. Está muy bien ahora".