Menchu, mucho más que abuela de Letizia: la periodista que se rebelaba contra la censura franquista
Sara Tejada
Menchu Álvarez del Valle murió este martes en su casa de Ribadesella. Nos cuentan desde la villa asturiana que llevaba una semana "pachucha" y que en el momento del fallecimiento se encontraba acompañada de su hija Henar Ortiz, tía de doña Letizia, no se separó de su madre en los últimos días.
Precisamente en Ribadesella, contaba Menchu hace seis años, en el coloquio que siguió a la presentación de una novela de la periodista asturiana María Teresa Álvarez, que cuando trabajaba en Oviedo en Radiocadena, la emisora gubernamental que fusionó emisoras falangistas, de sindicatos y del Movimiento, en 1963, se enteró por una radio extranjera de la muerte del Papa Juan XXIII.
Entonces sugirió a sus superiores que había que dar de inmediato esa información de impacto mundial aunque todavía no hubiera llegado a España. Pero sus jefes le recordaron que solo Radio Nacional era competente para dar la noticia y eso y cuando llegara el momento. Y añadieron que se abstuviera de saltarse las normas del Régimen.
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Pero aquella radiofonista vocacional (profesión que ejerció durante 42 años y medio hasta su jubilación en 1990) y periodista ante todo, sin dudarlo un momento, se puso delante del micrófono y anunció a toda España la muerte del Papa. Pocos minutos después, supo que estaba sancionada con una semana sin empleo ni sueldo, pero le importó más la satisfacción de haber cumplido con su deber de comunicadora.
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Una gran profesional, y no solo por su espléndida voz, heredada de su madre, la bisabuela de Letizia, que falleció también pasados los 90 años, con una voz perfecta. Menchu, fallecida este 27 de julio a los 93 años, leyó en la boda de su nieta con Felipe de Borbón, hoy Felipe VI, el fragmento del Evangelio que se eligió para la ceremonia.
Pocas mujeres independientes y trabajadoras destacaban en la Asturias posterior a la Guerra Civil. Menchu fue una de ellas y no le resultó fácil. En la radio hizo de todo, desde discos dedicados que elegían los oyentes para sus familiares, novios o amigos, hasta publicidad de lo que hiciera falta. Una mujer avanzada para su tiempo que supo conciliar su trabajo con ser madre de tres hijos, Henar, Jesús y Cristina, fallecida en 2001. Y lo hizo gracias a la ayuda de su madre y de su marido, José Luis Ortiz. "Sin su apoyo no habría podido hacer lo que hice y además era un crítico estupendo", contó en una ocasión.
Discreta sobre la vida familiar desde que su nieta se comprometió con el hijo de don Juan Carlos y doña Sofía y se convirtió en la futura reina de España, Menchu era sincera y cercana y desvelaba trazos de su interesante personalidad. "A mi me hubiera encantado ser actriz, decía, y la radio me permitió desarrollar también esa faceta emitiendo obritas. Era pura creatividad".
También su gran memoria le hacía evocar anécdotas vividas en su larga carrera. "Ante el micrófono siempre me salían tacos. En una ocasión dije 'leche puta de vaca' en vez de leche pura de vaca. ¡Qué momentos!".
Después de la muerte de su marido, en 2005, Menchu vivió una jubilación muy activa desde la tranquilidad de su casita en la aldea de Sardeu. Estuvo al volante de su coche hasta hace solo unos años pero últimamente cogía a un taxista de su confianza para ir y venir a la cercana Ribadesella, donde formaba parte de la tertulia El garabato con otras siete mujeres de su estilo, que entrevistaban a personajes importantes para debatir con ellos sobre todo tipo de temas, eso sí, con una excepción, la política.
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La última vez que la vimos en público fue en octubre de 2019, en el Teatro Campoamor de Oviedo, donde Menchu no quiso perderse el primer discurso de su bisnieta la princesa Leonor en los premios que llevan su nombre. La asistencia al acto de su nieta Telma Ortiz, junto a todos los Ortiz Rocasolano, que presentaba en sociedad a su nuevo novio, Robert Gavin Bonnard, eclipsó la presencia de su abuela, el personaje más interesante de toda la familia.