Pablo Urdangarin ficha por el Barça B de balonmano tras el beneplácito de los amigos de su padre
Vicky Ballesteros
Pablo Urdangarin (20) continúa trabajando duro para seguir los pasos de su padre en lo que al terreno deportivo se refiere. Tanto es así que el hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha cumplido uno de sus grandes sueños: fichar por el Barça B de balonmano. Sin duda, un gran salto para su prometedora e incipiente carrera deportiva en la élite.
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La noticia la adelantó Catalunya Radio hace apenas unas horas. Cabe destacar que el joven conoce muy bien a sus compañeros de vestuario, pues con ellos estuvo entrenando durante toda la temporada pasada, aunque sin fichar por el equipo. De hecho, en las inmediaciones del club se cogió algún que otro cabreo cuando la prensa le preguntaba por su padre, que sigue cumpliendo condena por el caso Nóos.
Ahora llega al filial del Barça tras pasar por clubs de primer nivel, como la cantera del Hannover y el segundo equipo del Nantes. Fichar por el conjunto blaugrana es su gran sueño. Su padre levantó con el equipo catalán seis copas de Europa y 10 ligas ASOBAL, entre otros muchos trofeos. Una vez dentro del club tiene dos grandes metas por lograr. Una, subir al primer equipo. Otra, entrar en la Selección Española.
El joven, extremo derecho zurdo, será entrenado por un amigo de su padre, Antonio Carlos Ortega, que también lo entrenó en Hannover. No es el único amigo de su progenitor que se encontrará por los pasillos del club, ya que Iñaki también guarda buena relación con Enric Masip, la mano derecha y asesor deportivo de Joan Laporta, que ha vuelto a la presidencia del club.
Iñaki y Cristina se muestran orgullosos por los pasos agigantados que da su segundo hijo mayor. Urdangarin lo observa mientras cumple su condena por el Caso Nóos, ya desde la casa de su madre en Vitoria. Cristina lo aplaude mientras va y viene de Ginebra y hace alguna que otra visita a su padre, el rey Juan Carlos, en Abu Dabi. Sus hermanos Juan Valentín (21), Miguel (19) e Irene (16) también están felices por él.