Actualidad

Luis Miguel Rodríguez, de seductor irresistible a chatarrero del amor: le hacen la 'cobra' y no liga


    Silvia Armesto

    Dicen que Luis Miguel Rodríguez, el chatarrero más famoso de nuestro país, pierde el norte con las mujeres, que se le cae la baba ante las rubias exuberantes y a veces sus osadías le cuestan más que un disgusto. Así le ocurrió con las últimas dos chicas a las que intentó ligar. La primera le puso verde en los medios de comunicación, mientras que la segunda, este mismo fin de semana, le hizo la cobra cuando intentó besarla en público en plena Puerta de Alcalá madrileña.

    No tiene suerte el ex de Ágatha Ruiz de la Prada, rey de la chatarra. Ahora resulta que le falta magnetismo, maestría en la seducción, tal vez decoro en las formas y sensibilidad en los afectos. Pone la directa y se le olvida de flirtear a la antigua. A tenor de sus últimos resultados como seductor, ha perdido punch y ya no les resulta a sus potenciales conquistas un hombre tan interesante, tal y como le calificaron en su día ex novias como Carmen Martínez Bordiú o la ex de Pedro J. Ramírez. 

    La situación económica de LuisMi por otra parte es difusa. Si bien mantiene coche con chófer, come y cena en lugares caros, cuenta con privilegiados abonos en los toros y demás privilegios de ricos, sus cuentas monetarias le son adversas. Su contencioso con Hacienda ha mermado en demasía gran parte de su fortuna. No se puede decir que esté arruinado. Pero no es oro todo lo que reluce, o lo que él pretende que brille.