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La 'última' confesión de Rocío Carrasco: "Me hubiera encantado tener más hijos"


    Pilar Fernández

    Rocío Carrasco ha terminado este miércoles su relato con el último episodio, el 12º, de Rocío: contar la verdad para seguir viva, y lo ha hecho con un alegato feminista y una última confesión: "Me hubiera encantado tener más hijos pero no hubiera podido tener un embarazo normal y tranquilo".

    Tras 20 años de silencio y sufrimiento, la hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco quiere empezar de cero: "Yo he tomado conciencia de muchas cosas, el dolor está y no me voy a curar hoy, ni mañana ni pasado, pero a lo mejor haya tomado algún tipo de decisión para conmigo y voy a intentar ver las cosas de otra manera". Y ha añadido: "Estoy intentando salir de la depresión, no es una cuestión de la que tú salgas de la noche a la mañana, yo sé que terminaré saliendo y sé que me falta poco, pero hay mucha gente que no tiene capacidad o ayuda suficiente para poder emerger de ahí y se habla con muy poco respeto de una enfermedad que es muy jodida".

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    Rocío, que lleva en tratamiento psiquiátrico y psicológico desde el 2011, ha dejado clara una cosa: "Yo puedo estar deprimida, hundida, frustrada, pero no estoy loca". Y ha lanzado un mensaje a las mujeres que sufren malos tratos o acoso: "A las mujeres que sufren lo que yo he sufrido, que no hagan lo mismo que yo, que lo digan, que lo griten, que se lo tatúen, que hablen desde el minuto cero, que no están solas".

    Haciendo un repaso de todo lo sucedido, Carrasco ha sido sincera: "Si volviera atrás en las mismas circunstancias en las que he estado, con mis dos hijos, sí, haría lo mismo, y sé que es un error, estar callada 20 años es un error, pero eso también me ha permitido mantener intactos mis principios".

    A partir de ahora, Rocío es una mujer nueva: "El miedo se me va quitando poco a poco, porque lo que él querría es que estuviera en mi casa metida, sin salir, sin trabajar, sin ganas de vivir... Es lo que él quiere pero no lo va a conseguir, no ha tenido huevos para conseguirlo, porque yo nunca he estado sola. Ahora que venga quien quiera, ya está bien de amedrentarse". Y ha advertido: "El de arriba no se queda con nada de nadie y todo el mal que hacemos aquí lo pagamos aquí. Si a cada cual le llega su tiempo, el suyo ya le ha llegado".