La 'mini yo' de Rocío Flores se llama Lola y es una víctima colateral del docudrama de Rocío Carrasco

Se parecen tanto que Rocío Flores llama a su hermana pequeña, Lola, su 'mini yo'. La veinteañera siente una especial pasión por la cría de ocho años, hija de Antonio David Flores y su esposa, Olga Moreno. Por eso, Ro intenta apartar a su hermanita de todo el escándalo mediático originado por su madre, Rocío Carrasco, con su docudrama.

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Pero lo que está viviendo Lola a su alrededor, sobre todo en el colegio y en sus juegos en el parque, se torna cruel cuando sus compañeras y amigas le recuerdan que a su padre le califican en la tele de monstruo y maltratador. En su mente infantil no encajan esos calificativos tan duros y sufre en demasía ante tan 'maleados' comentarios.

Lola es una niña vivaracha y despierta, dicen que muy sensible y que quiere profundamente a su progenitor. Pequeña pero no tonta. Se da cuenta de todo. Víctima colateral del docudrama que le salpica por afinidad familiar.

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Siempre sufren en mayor medida los más débiles. Y el ex guardia civil teme que a su hija menor le afecte demasiado un asunto tan turbio, que le quede algún trauma ante las 'bromas' malintencionadas que recibe casi a diario.

Tanto en el colegio como su entorno deberían hacer lo posible por alejarla de la crueldad malsana de unos menores de edad que, quizá, no se dan cuenta del daño que hacen. Pero lo hacen.