Rocío Carrasco, de mujer herida a mujer enfadada: las últimas bombas de Rociíto contra Antonio David en su docuserie
Felipe Rodríguez
Rocío Carrasco ha pasado de ser una mujer herida por la falta de sus hijos a una mujer enfadada con el que fuera su marido, Antonio David Flores. El cambio de tono queda patente en los dos últimos capítulos emitidos de la docuserie, el 4 y el 5, en los que acusa a su familia de no haber tenido valor de enfrentarse al ex guardia civil y a este le llama "puto cobarde".
Desde Informalia recuperamos los titulares más duros que pronunció este domingo Rociíto, quien promete seguir dando que hablar en los próximos capítulos.
Los bombazos de Rocío
En el primer episodio emitido este domingo, dejó claro que nunca le fue infiel a Antonio David y desveló que este estaba compinchado con paparazzi para desprestigiarla.
"Yo no he sido infiel a Antonio David jamás en la vida".
"Durante el verano antes de separarme, pactó con el paparazzi Pablo González hacerme un seguimiento para retratar a todo aquel hombre que se me acercara y hacer ver que el estaba siendo infiel".
"Ese verano comenzó el vapuleo mediático con el que pretendían demostrar que era mala madre".
La aparición de Fidel Albiac, la escasa protección de sus hijos en los medios y el miedo de Rocío Jurado a Antonio David también fueron temas centrales de los episodios.
"Cuando conocí a Fidel, él estaba saliendo con Rocío Mestre, que era amiga mía. Nos hicimos amigos pero no tuvimos nada hasta meses después, Con él llegó el amor y la comprensión. Llegaron muchísimas cosas buenas".
"Mi madre no solo no adoraba a Antonio David sino que le temía como al demonio, porque no quería ningún escándalo. Y no tuvo el valor de ponerle las maletas en la calle. Estuvo acojonada durante todo el tiempo que ese señor estuvo en mi vida".
"Ese señor se llevó una caja fuerte de mi dormitorio que tenía relojes, joyas y documentos míos, como cartas de cuando yo era adolescente".
"Mis hijos no me pueden dar una declaración en prensa o en un programa de televisión que yo haya dicho contra su padre, porque no existe. Jamás lo he hecho y fue por ellos".
"Yo quería proteger a mis hijos por encima de todo, pero se me volvió en contra. A lo mejor me he equivocado. Quiero creer que lo que he hecho les ha ayudado a sufrir un poco menos en esa etapa en la que son tan vulnerables, por lo menos".
"El momento de Tómbola en el que dice que había muchos hombres con los que fui infiel es pura misoginia. Me sentí como si estuviera en una carnicería y me fueran cortando trozos. Era mentira tras mentira".
El accidente que sufrió con Fidel y el mal trato que dio su familia a este en el hospital fueron los asuntos centrales del segundo episodio emitido.
"Mi familia culpó a Fidel del accidente y le echaron del hospital porque pensaron que yo no iba a salir viva. Si no, no tienen cojones para hacerlo. Eso no se hace con nadie".
"Mi padre, José Ortega Cano y Juan de la Rosa sacaron a Fidel de mi casa. Y no tenían derecho para hacer eso".
"Antonio David se presentó en el hospital porque era hacer dinero. Y nadie de mi familia tuvo huevos de impedírselo".
"Desde el momento del accidente, la relación con mi padre cambia durante un tiempo bastante grande. Por determinadas actitudes que tuvo, que no voy a relatar porque no le dejarían en buen lugar, estuve un tiempo sin hablar con él. Y por encima de todo, era mi padre".
Y llega Rodríguez Menéndez, abogado de Antonio David y la otra gran pesadilla de Rocío Carrasco. El final, antológico, Rociíto asegura que la Jurado no quería ni ver a Antonio David, quien le interpuso una demanda de mil millones de pesetas por acusarle en una entrevista de "maltratar" a su hija.
"Rodríguez Menéndez era terrorífico y a este señor le viene como anillo al dedo. Le utilizó para llevar a cabo lo que quería. Era una situación terrorífica, de no dormir por la noche. Nosotros no sabíamos lo que nos podía pasar".
"Con toda esta barbarie, todo el que estaba a mi lado, desaparece. Todos menos Fidel, que no pudieron con él. Le relacionaron con la mafia y la trata de blancas para que cogiera las maletas y se fuera, pero no lo hizo".
"Antonio David siempre ha sido un puto cobarde, poniendo a personas a decir cosas que él no se atrevía a decir para que yo fuera a por esas personas y él quedara impune".
"Mi madre se murió pensando que le tenía que pagar mil millones de pesetas (a Antonio David). Se murió con esa pena. No supo que Antonio David perdió esa demanda".