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Julio José Iglesias no descarta parar su divorcio y volver a intentarlo con Charisse Verhaert


    Sara Tejada

    El 22 de abril es la fecha fijada para que la Corte de Miami examine la demanda de divorcio de Charisse Verhaert y Julio José Iglesias Preysler. Para muchos ésta ha sido una ruptura sorprendente, después de 12 años de matrimonio y casi 20 de relación entre la modelo belga y el mayor de los hijos varones de Isabel Preysler y Julio Iglesias.

    Las exigencias de Charisse, publicadas esta semana en algunos medios, son sorprendentes por la cuantía de lo que ella considera que necesita cada mes, para vivir al mismo nivel del que disfrutaba con su marido, nada menos que 9.000 euros, como por la justificación de esa cifra. Por ejemplo, 700 euros para la comida del perro; 4.300 euros para las vacaciones; 2.128 para pagar los impuestos de la casa en la que compartían en Miami Beach y en la que ella pretende vivir en solitario.

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    También hace cuentas con el gasto de gasolina, cuidado personal; maquilladora; seguro médico; su propia alimentación,100 euros de teléfono; ropa y otros 700 para restaurantes. Y así hasta llegar a los 9.000 euros al mes. ¿Es que ella no tiene ingresos propios?, nos preguntamos.

    Y eso que, según declaró Julio, entre ellos hay mucho cariño, respeto y "nos llevamos bien". Sin embargo, Isabel Preysler en su entrevista en Hola de esta semana, para celebrar sus 70 años, dice que de sus hijos "el que lo está pasando peor es Julio con lo de su separación".

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    Exigencias excesivas

    Desde el entorno más cercano a  a Julio José aseguran a Informalia que éste considera excesivas las exigencias de Charisse, sobre todo en cuanto a quedarse en el domicilio conyugal de forma indefinida, y que se resiste a aceptar el divorcio, solicitado por su esposa el pasado mes de agosto. "No descarta luchar por recuperarla. Conociendo a Julio, le veo totalmente capaz de intentarlo de nuevo", nos aseguran.

    Parece que no ha habido terceras personas como causa de esta ruptura, pero las circunstancias que se viven en todo en todo el mundo a causa de la pandemia no han ayudado a la estabilidad de muchas parejas. Julio junior estuvo acompañando en el escenario a su padre, durante la gira mundial de Julio Iglesias, paralizada desde hace más de un año por el covid-19. Su propia carrera como músico no avanza, tampoco sus pinitos como actor en algunas series de televisión de Estados Unidos y América Latina.

    Julio junior, que cumple 48 años el jueves de la semana que viene, es un hombre que disfruta de la vida pero sin ambiciones suficientes como para sacrificarse por conseguir una meta concreta. No es multimillonario, no al menos como su hermano Enrique, no ha tenido hijos, no tiene un futuro profesional claro y tampoco económico. Vive bien, siempre lo ha hecho, pero para triunfar como artista no basta con ser hijo del cantante español más universal y de la socialité más influyente.

    El día que su padre (77) deje este mundo, ojalá que ocurra dentro de muchos años, será sin duda un heredero con una gran fortuna. Pero tiene siete hermanos más y también puede que algo haya que repartir con Javier Santos si el valenciano consigue demostrar que le reconozcan como hijo del Julio Iglesias. Ese plazo puede ser demasiado largo para la guapísima belga de 39 años.