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Jennifer, la hija mayor de Bill Gates, está comprometida con un jinete y vive en un pisazo de estudiantes de 5 millones


    Vicky Ballesteros

    Jennifer Gates, hija de Bill Gates, se convirtió en noticia tras recibir la vacuna del Covid-19 y lanzar un mensaje irónico a los conspiradores de las vacunas. La primogénita del fundador de Microsoft estudia Medicina y a sus 24 años vive en 'un piso de estudiantes' valorado en la escalofriante cifra de 5 millones de dólares.

    A pesar de haber nacido en una casa atípica y muy confortable por la fortuna de sus padres, Jennifer asegura haber tenido siempre los pies en el suelo gracias a la educación que ha recibido en casa.

    "Nací en una situación de enorme privilegio y pienso en cómo usar esas oportunidades y aprender de ellas para encontrar cosas que me apasionen. Espero hacer del mundo un lugar un poco mejor", confesó hace unos meses a la revista Sidelines, en una entrevista en la que se abrió en canal.

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    Sus primeros estudios los llevó a cabo en la escuela privada Lakeside High School de Seattle, la misma en la que hincó codos su padres. En la actualidad estudia Medicina en la Escuela Médica Icahn de Mount Sinai en Nueva York. El lujoso apartamento donde vive está situado en la Quinta Avenida.

    Desde pequeña una de sus grandes pasiones es montar a caballo. Ha participado en diferentes competiciones de salto y dirige incluso a su propio equipo, los Paris Panthers. Con ellos ha competido de forma internacional junto a su prometido, el jinete Nayel Nassar.

    A él lo conoció durante su época universitaria en la Universidad de Stanford, en California. El joven de origen egipcio, que participará en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y procede de una familia de diseñadores y arquitectos, estaba en la recta final de su carrera de Económicas, mientras que ella estudiaba Biología. La boda todavía no tiene fecha pero todo apunta a que se darán el "sí, quiero" cuando la pandemia lo permita.

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    Es frecuente que ambos compartan fotografías juntos en Instagram. "Mi compañero de vida entra hoy en su próxima década. Feliz cumpleaños, eres todo y más", le escribió la joven hace un mes. En sus vidas también está muy presente el pequeño Earl, el perro que adoptaron con mucho cariño y del que no se despegan. "¡Mi San Valentín por quinta vez consecutiva! Me sorprende que aún no me rechace. Te amo, no podría sobrevivir sin ti", le envió el jinete por el Día de los Enamorados junto a una foto de la hija de Melinda y su mascota. 

    Bill Gates ya habló sobre la educación que le da a sus tres hijos en una entrevista al Daily Mail, en la que reconoció que tanto a ella como a sus hermanos, Phoebe Adele (18) y Rory John Gates (21), les dejará en herencia una "minúscula" parte de su gran fortuna, estimada en 86.000 millones de dólares según Forbes. 

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    "Se les dará una educación increíble y todo será pagado. Y ciertamente cualquier cosa relacionada con problemas de salud nos ocuparemos (...) Pero en términos de sus ingresos, tendrán que elegir un trabajo que les guste e ir a trabajar", reveló hace unos cuantos años. Ellos heredarán 10 millones a cada uno. 

    Tras recibir la vacuna hace unos días, la joven expresó: "Lamentablemente, la vacuna no ha implantado a mi genial padre en el cerebro. ¡Ojalá el ARNm tuviera ese poder!", soltó de forma irónica en sus redes sociales. 

    Al comienzo de la pandemia un tuit de Gates se convirtió en viral. En él presagiaba una pandemia como la del Covid-19: "Si algo ha de matar a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, probablemente será un virus muy infeccioso más que una guerra". A raíz de ello, internautas y ciudadanos conspiradores señalaron, de forma disparatada, que tanto él como otros todopoderosos magnates tenían intenciones de dominar el mundo a través de 'chips' implantados en las vacunas.