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Las llamadas 'kilométricas' de Isabel Pantoja en pleno enfrentamiento con su hijo Kiko


    Sabina Miranda

    Duerme poco y habla mucho... con un escogido numero de íntimos. Isabel Pantoja pasa las noches en vela, recluida en su dormitorio, dándole vueltas a todo lo relacionado con el enfrentamiento con su hijo. Y no se le ocurre otra cosa que desahogarse llamando a los pocos amigos que le quedan.

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    Sus telefonazos se convierten en charlas kilométricas que parecen un monólogo, porque apenas deja hablar a sus interlocutores. Me cuentan que a una amiga le tuvo dos horas y media pegada al auricular. De madrugada y sin calibrar lo intempestivo de la hora.

    Bien recuerda esta mala costumbre la cantante y actriz Charo Reina. Fue una de las grandes amigas de la Pantoja, de las más fieles, hasta que una cuestión monetaria les separó para siempre. El móvil de Charo podía sonar a altas horas de la madrugada, cuando ya descansaba durmiendo y al otro lado de la línea siempre estaba Isabel.

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    Ahora, la destinataria principal es otra, una mujer desligada totalmente del mundo artístico, amiga de la tonadillera desde hace muchos años. Nunca aparece en los medios de comunicación y es la persona en la que Pantoja tiene mayor confianza. Es la depositaria de sus secretos más profundos. Ay si algún día se va de la lengua. Ardería Troya.