Diego Arrabal se declara a su mujer tras superar el peor momento de su vida por el Covid

Diego Arrabal (49) ha vivido las semanas más duras de su vida por el Covid-19. El paparazzi ha estado más de 20 días luchando contra la enfermedad e incluso llegó a ser ingresado en el hospital durante una semana. Por fortuna, el tertuliano de Viva la vida abandonó el centro médico recientemente y ahora se recupera en su casa de Marbella.

Allí le acompaña su mujer, Virginia, madre de su hijo de siete años, a quien siempre ha mantenido en el anonimato. Por ello, sorprende el mensaje que ha compartido declarándole su amor en una romántica carta publicada en sus stories de Instagram.

"Ahora soy capaz de ver cuáles han sido tus súper poderes durante todos estos meses: el poder ver el peligro antes que nadie, la habilidad de multiplicarte... Así podría estar horas y horas. Después de 365 días de aprendizaje, me gustaría subrayar lo más importante, esa que nunca abandonaste: tu sonrisa. Ríete de todo lo que quieras, te lo puedes permitir. Por eso, yo ya no creo en los súper héroes, sino en ti", escribía bajo una imagen de ella en la playa.

Horas después, Arrabal ha acompañado su especial carta con un par de canciones que reflejan sus sentimientos hacia su esposa. El primer tema era I miss you, I'm sorry, de Gracie Abrams; y el segundo, No te cambio por nada, de Ricardo Arjona.

Diego ha mantenido informados a sus seguidores en las redes sociales de su lucha contra el coronavirus. El pasado martes utilizó Twitter para mandar un mensaje de desesperación: "Sigo ingresado. Que tranquilidad todo. España se queda sin vacunas, sin ministro y con la pandemia desatada sin freno", dijo. Por fortuna, Arrabal recibió el alta hace unas horas y ya está en su casa, según le ha contado el propio paparazzi a su amigo, el periodista Carlos Pérez Gimeno. "Estoy feliz recibiendo muchos mimos, y ya sin fiebre me levanto y bajo al salón, y estoy tranquilo en el sofá. Todavía pasaran unas semanas hasta que pueda incorporarme al programa", le ha confesado.