El infierno que ha llevado a Maradona a la muerte: enfermedades, drogas, alcohol y múltiples operaciones
Jesús Manjón
Diego Armando Maradona ha muerto este miércoles a los 60 años por un paro cardiorrespiratorio en su casa de Tigre (Buenos Aires), semanas después de ser operado de un hematoma subdural en el cerebro. Esta intervención, así como otras a las que se ha enfrentado en los últimos años, son resultado de un estilo de vida al límite, con problemas de drogas, alcohol y otras polémicas.
Y es que la salud del mítico futbolista argentino ha estado siempre en entredicho. En 2012, cuando entrenaba en Emiratos Árabes, se operó de cálculos renales. Dos años antes de aquello, se sometió a una cirugía para reconstruir su labio superior tras el mordisco de uno de sus perros en el rostro. Y cinco años antes, en 2005, se sometió a un bypass gástrico para reducirse el estómago. Por aquel entonces llegó a pesar 120 kilos.
Asimismo, el Pelusa también sufrió otros problemas de salud, sobre todo cardiorrespiratorios. En este sentido, en 1997 fue ingresado debido a varios problemas de presión arterial y, tres años después, superó una grave crisis hipertensiva, además de una arritmia ventricular. Ya en 2004, estuvo 11 días al borde de la muerte por una crisis cardiaca.
Muchos problemas de salud eran derivados de sus adicciones, principalmente a las drogas y el alcohol. A principios de los noventa, cuando militaba en el Nápoles FC, dio positivo en cocaína. Posteriormente, durante el mundial de 1994, volvió a dar positivo, esta vez por efedrina, lo que le costó la expulsión de la cita mundialista. Su vida de excesos continuó y en el año 2000 sufrió una crisis cardiaca tras una sobredosis de esta misma droga. Casi un lustro después, volvió a padecer una crisis cardiorrespiratoria por de su adicción.
Las drogas se han unido al alcohol. Una de sus exmujeres, Rocío Oliva, dijo recientemente que la culpa de su estado de salud era del alcohol, una adicción que le acompañó desde hace años: "Diego toma pastillas para dormir, pero acá el problema de Diego es el alcohol, es de público conocimiento. Diego sigue tomando alcohol, el que dice que no es un mentiroso. Hay que internarlo por su adicción al alcohol", declaró.
Este estilo de vida ha terminado por acabar con la vida de Maradona, para muchos el mejor jugador de la historia. Para otros, sobre todo, una inspiración en el campo e incluso una divinidad. De hecho, tiene su propia religión. El mundo del deporte llora la muerte de uno de sus grandes referentes.