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Jill Biden hace historia: la nueva primera dama no renunciará a su trabajo fuera de la Casa Blanca


    Vicky Ballesteros

    Jill Biden (69) es la mujer de la que más se habla tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo debido a la victoria de su marido, Joe Biden (77), frente a Donald Trump (74). Ha llamado especialmente la atención el rol que desempeñará como primera dama, pues será la primera en la historia que seguirá con su trabajo fuera de la Casa Blanca.

    La sucesora de Melania Trump (50) continuará con su trabajo de profesora mientras desempeña sus labores como primera dama del país. Se pone frente a los alumnos desde 1975, año en el que se graduó. Ofrece clases de lengua y literatura inglesa en una universidad comunitaria de Virginia. Anteriormente también desempeñó sus dotes como docente en un instituto y en un centro psiquiátrico para adolescentes. De ella también se conoce que es una fiel devota de la fe católica.

    De este modo, será la primera en hacer malabares para combinar ambas facetas, algo que ha sido muy aplaudido tanto en Estados Unidos como en el resto de países que miran al matrimonio con lupa.

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    La señora Biden se conoce la Casa Blanca al dedillo, pues cabe recordar que su marido fue el vicepresidente de Barack Obama durante su mandato entre 2009 y 2017. Jill mantenía una estupenda relación con Michelle, con la que se reunía con frecuencia en el hogar presidencial. Durante el tiempo que el contrincante de Donald Trump fue vicepresidente, Jill tampoco abandonó su trabajo. 

    Joe Biden no es el primer marido de Jill, que ya estuvo casada con el promotor musical Bill Stevenson. Precisamente él ha escrito un libro en el que ha aireado trapos sucios de su matrimonio. En la obra sostiene que el romance entre Jill y Joe comenzó cuando ella todavía estaba casada. Lo cierto es que Stevenson siempre ha protagonizado escándalos familiares de los que Biden ha salido airosa y sin despeinarse.

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    Según cuentan los Biden, los dos comenzaron a salir en 1975 tras un flechazo de Joe: "Esa es la clase de chica con la que me gustaría salir", le dijo el por entonces senador a su hermano tras ver a Jill en el aeropuerto de Wilmington. Casualmente, su hermano la conocía personalmente y le dio su número de teléfono. Tras llamarla salieron juntos durante tres noches seguidas y su amor comenzó a construirse.

    Jill llegó a la vida de Biden en un momento difícil, pues tres años antes su primera mujer, Neila Hunter, y su hija Naomi, perdieron la vida en un accidente de tráfico. Jill aceptó muy bien a los dos hijos supervivientes de Joe, Beau y Hunter, en cuanto los conoció. "La maternidad me llegó de una manera que jamás hubiera esperado. Me enamoré de un hombre y dos niños que se alzaban en el desastre de una pérdida impensable", contó hace unos días a través de su intervención online para la convención demócrata.

    Los dos contrajeron matrimonio años después gracias a la insistencia de los hijos de Biden. Tal era la unión entre Jill y los pequeños que incluso se los llevaron durante el viaje de luna de miel. Tras la boda tuvieron a su única hija en común, Ahsley. Han conseguido formar una familia muy unida y a día de hoy disfrutan de las travesuras de siete nietos que los colman de alegrías. Entre ellos se encuentra el extra matrimonial que Hunter tuvo junto a la bailarina de striptease, Lunder Roberts, cuya paternidad fue confirmada tras someter al niño a las pruebas de ADN.