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El gran misterio del caso Mainat: qué pasó en los 20 minutos que tardó Angela en llamar a la ambulancia
Felipe Rodríguez
Angela Dobrowolski no solo niega la acusación de haber tratado de matar a su marido, Josep Maria Mainat, sino que asegura que le "salvó la vida" al llamar a la ambulancia en la noche del 22 de junio cuando el productor catalán estaba en estado crítico, ya que su organismo marcaba un alarmante nivel de hipoglucemia.
Sin embargo, hay un comportamiento extraño por parte de la alemana y 20 minutos en los que se desconoce qué paso y que aún no ha podido justificar. Fueron los que pasaron desde que el glucómetro de Mainat marca un nivel extremo de hipoglucemia, a las 2:51 horas, hasta que ella llama a la ambulancia, a las 3:12 horas.
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Preguntada por lo que sucedió en ese periodo de tiempo, la única respuesta de Angela siempre fue negar que pasasen tantos minutos: "No, en mi memoria fueron segundos". Sin embargo, esta versión va a cambiar en su próxima defensa ante el juez, según ha avanzado su nuevo abogado, Jorge Albertini. Ahora justificará que no llamó antes porque pensó que Mainat se estaba recuperando.
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En su primera declaración, Dobrowolski explicó que le alertaron unos "ronquidos raros" de Josep Maria cuando pasaron unos minutos desde las dos primeras inyecciones que le puso. "No era normal y cuando vi su cara desencajada entré en shock, reaccioné inmediatamente llamando a la ambulancia. Encontré sobres de glucosa que tenía para deportistas y se los di con miedo de que se ahogara, comencé a hablarle, a darle bofetadas suaves para que reaccionara, y después le hice la prueba, que marcó 47 (riesgo de muerte), por lo que ya estaba convencida de que algo iba mal", contó.
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Diez minutos más tarde según registra el aparato, aseguró que le hizo una nueva prueba: "Y veo que el azúcar ya sube un poco, a 52", debido en su opinión al efecto del sobre de glucosa. Desde ese momento, pasan 20 minutos hasta que se registra la llamada a la ambulancia.
El juez le preguntó "por qué tardó tanto en llamar". En estos minutos, no se mueve de la habitación. Ella negase que pasase tanto tiempo: "No, no puede ser, llamé inmediatamente, en mi memoria fueron segundos", dijo. Esta última parte de la declaración experimentará un cambio en su próximo encuentro con el juez. Angela asegura ahora que recuerda "tranquilizarse" un poco cuando vio que el glucómetro subía de 47 a 52, porque era señal de que "se estaba recuperando", pero "pasados 10 minutos, vi por su aspecto que volvía a entrar en crisis, es ahí cuando me asusté y decidí llamar a la ambulancia", según cuenta Nius.