Raquel Perera, tras su polémico divorcio con Alejandro Sanz: "He abrazado después de saber que me habían traicionado"

Raquel Perera se ha pronunciado sobre su polémico divorcio con Alejandro Sanz. La empresaria y el cantante emprendieron caminos separados hace un año y en septiembre, tras largos meses de tregua, llegaron a un acuerdo de divorcio "totalmente satisfactorio", tal y como anunciaron sus abogados. Ahora, Perera considera que su historia de amor, de la que han nacido dos niños, no tendría que haber tenido un final con jueces de por medio.

También tiene unas cuantas cosas que reprocharle a Sanz, especialmente por la forma en la que se produjo la ruptura y la actitud que tomó durante el divorcio.

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Raquel está aliviada tras haber culminado el proceso legal, pues necesitaba cerrar este capítulo de su vida para encontrar la calma interior: "Era existencialmente incapaz de poder mirar al futuro sin cerrar esta etapa. Necesitaba cerrar una etapa antes de abrir una nueva… Y cerrarla en paz, con la conciencia tranquila", asegura a la revista Hola.

La que fuera product manager del cantante necesitaba cerrar el divorcio por su propia salud: "Lo necesitaba por salud mental, personal, familiar y profesional. La palabra 'divorcio' empezó a tener un efecto en mí espantoso, se convirtió en el centro de mis días... Que palabra más fea". 

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Raquel aclara que le hubiera gustado llegar a un acuerdo con su ex sin necesidad de pasar por los juzgados: "Creo que nuestra historia de amor no se merecía un final con jueces. Todo el tema judicial lo borraría. Ha sido innecesario. Podríamos haber tenido este mismo final sin pasar por ese túnel judicial". 

Tanto se complicó el proceso de divorcio que en ese momento Raquel no entendía la actitud que estaba tomando Alejandro: "En este momento no lo reconocía", para después dejar entre líneas que ella ha sido la parte que más ha perdido con el acuerdo: "Solo diré que para llegar a un acuerdo hay que ceder y, normalmente, cede más el que menos ego tiene...". 

A pesar del dolor que le ocasionó la ruptura y el divorcio, agradece inmensamente la familia que formó junto a él: "La familia que construimos ha superado mis sueños y expectativas. Mis hijos están hechos de mucho amor", ha explicado, haciendo referencia a los pequeños Dylan y Alma, de 9 y 6 años respectivamente.

La ruptura

Perera recuerda que a nivel profesional pasó a tener cada vez un papel más importante al lado del artista, lo que sin duda hizo mella en su relación sentimental: "Formábamos un gran equipo, pero, quizá, ahora con distancia, resultó que ser administradora y apoderada fue más beneficioso para la familia y menos para la pareja".

El cantante mantiene un noviazgo con la artista cubana Rachel Valdés, con la que comenzó a salir tras romper con Raquel. Respecto a esto, le lanza una pulla con mucha sutileza: "Me perdono las veces que he dudado de mí, que no he seguido mi instinto... Me he reprochado ser demasiado bondadosa, pero me gusta caminar con mis pies, no con los pies de otras personas...".

La empresaria tienen unas cuantas cosas que reprocharle por la forma en la que se produjo la ruptura y también el divorcio: "Las formas nunca las entenderé. Aunque quiero pensar que las personas hacen las cosas como mejor saben hacerlas. Eché de menos un poco de cariño y cuidado. A veces, importa más el cómo que el qué". 

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Raquel se sintió engañada y traicionada por las formas que tuvo Alejandro de introducir una nueva mujer en su vida: "Tu autoestima como mujer se tambalea, sí. Es un momento donde te sientes herida y es lógico que se vean amenazados los hilos que sujetan tu autoestima... Lo que no se debe sentir afectada para nada es la dignidad... Si alguien decide engañarte, o traicionarte, o mentirte, es algo que tiene que ver con esa persona... Otra cosa son las heridas, la tristeza o las decepciones", afirma. 

Para Perera fue muy duro sentirse engañada, traicionada y reemplazada: "Yo he abrazado después de saber que me habían traicionado y mi dignidad se mantuvo intacta", alega en modo de reproche. 

La empresaria lo pasó realmente mal: "He llorado y gritado a solas para sacar toda esa cólera que me poseía de repente. Cuando lo soltaba me quedaba como nueva, y así hasta el próximo brote (risas), y te vas dando cuenta que cada vez esos momentos se espacian más en el tiempo y eso te motiva para seguir con el objetivo de tu propio horizonte". 

A pesar de todo, le sigue guardando cariño por la vida que construyeron y que ya dejaron atrás: "A mí me dejaron de desear, no de querer. El amor romántico se acabó, obviamente. Yo he querido dejar de quererle por completo en los últimos meses... Pero lo cierto es que hay cariño, un afecto inevitable", sentencia.