Hunter Biden: así es el complicado hijo de Joe Biden al que Donald Trump llamó "cocainómano"
Vicky Ballesteros
En el camino a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump se bate en un interesante duelo con el candidato demócrata, Joe Biden. En el debate electoral que protagonizaron el pasado martes los reproches personales entre ambos fueron constantes y uno de los ases que el mandatario se saco de la manga fue el del único hijo varón que le queda a su contrincante, Hunter Biden, al que tiene entre ceja y ceja desde hace años.
En mitad del debate, Joe Biden habló de su primogénito, Beau, que falleció en 2015 como consecuencia de un tumor cerebral: "Mi hijo no es un perdedor. Estuvo un año en Irak, ganó una estrella marrón y una medalla, y la gente que murió allí son héroes", señaló Biden, a lo que el marido de Melania Trump le interrumpió sacando los trapos sucios de su otro hijo, Hunter Binder.
"¿Te refieres a Hunter? No sé quién es Beau, sé quién es Hunter. Hunter, al que expulsaron del ejército. Le echaron, fue expulsado con deshonra por darle a la cocaína. Y estuvo en paro hasta que llegaste a la vicepresidencia", apostilló el republicano. Sus palabras provocaron la ira de Biden: "Eso no es cierto. Ni se atreva a hablar de Hunter. Mi hijo tuvo un problema con las drogas, ya lo superó y estoy muy orgulloso de él", aseguró con contundencia.
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Hunter y Beau Biden son fruto del matrimonio de Joe con su primera mujer, Neilia Hunter, educadora con la que estuvo casado entre 1966 y 1972. En 2013 Hunter fue expulsado de la Reserva de la Marina tras dar positivo en un test por cocaína. Después, en 2015, se sumió en un pozo infinito de tristeza por la muerte de su hermano, lo que provocó que su desintoxicación de las drogas y el alcohol le resultara todavía más difícil.
En alguna que otra ocasión Hunter ha hablado de los problemas con estas sustancias. Problemas que acarreaba desde su época universitaria y que afectaron gravemente a su primer matrimonio. La primera vez que se casó fue en 1993 cuando apenas tenía 23 años.
Le dio el "sí, quiero" a Kathleen, que tenía tan solo un año más y con la que tuvo a sus tres hijos - Naomi, Finnegan y Maisy. Su cónyuge se divorció de él en 2016 tras más de dos décadas aguantando carros y carretas debido a su adicción, los problemas económicos que ocasionó a la familia y también a sus incontables infidelidades. Entre ellas, el escarceo amoroso que Hunter tuvo con la mismísima viuda de su hermano, Hallie, y que duró un año.
Hunter rehizo su vida en 2019 tras contraer matrimonio por segunda vez con Melissa Cohen, de 18 años menos, y con la que se ha convertido en padre por cuarta vez. Sin embargo, el matrimonio no empezó demasiado bien para ambos puesto al poco tiempo recibió una demanda de una striptease de Arkansas, que le reclamaba la paternidad de su hijo de diez meses. La justicia reconoció meses después que era su descendiente, por lo que se tiene que hacer cargo de todos los gastos relacionados con la manutención y la salud.
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En cuanto al terreno laboral de Hunter, destacamos que el mismísimo George W. Bush le fichó en 1996, nada más salir de la universidad, para trabajar en el consejo de administración de la red de transportes Amtrak. De este puesto dimitió cuando Biden se postuló como vicepresidente de Barack Obama en 2009. Lo hizo para evitar cualquier tipo de problemáticas y especulaciones que pudieran afectar al ascenso político de su padre.
Años después, Trump desató una verdadera tormenta entorno a los negocios de Hunter. En 2014, el hijo de Biden entró a formar parte de la junta directiva de la mayor compañía de gas ucraniana, llamada Busrisma Holdings.
Debido a su inexperiencia en el sector fue tildado de 'enchufado' mientras cobraba un sueldo de 50.000 euros mensuales. Además, Donald creó un debate cargado de acusaciones contra unas presuntas irregularidades de Hunter que nunca logró demostrar. Para evitarle problemas a su padre en la carrera por presidir Estados Unidos, a principios de este año dimitió de su cargo en esta empresa.
No obstante, hasta finales de este mes sigue desempeñando su oficio en BHR, un fondo de 'private equity' chino. Trump lo ha acusado sin pruebas de haberse llevado 1.500 millones de dólares del negocio chino, aunque sus letrados niegan todo tipo de especulación. El 31 de octubre abandonará la empresa para ser fiel a su promesa de "no servir en consejos de empresas extranjeras ni a representar sus intereses" si su padre se convierte finalmente en el presidente de Estados Unidos.