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Máxima de Holanda brilla y desafía a la mala fortuna con un vestido de gala amarillo


    Felipe Rodríguez

    Los reyes de Holanda, Máxima y Guillermo Alejandro, han presidido este martes el Prinsjesdag, el acto más importante en la agenda real. En esta ocasión, el evento ha sufrido numerosos cambios debido al coronavirus. Han cambiado el carruaje por un coche para recorrer la ciudad y el lugar de la celebración ha sido la Grote Kerk, un espacio más grande que el Binnenhof?, donde habitualmente se realiza.

    Para esta especial ocasión, Máxima de Holanda ha recuperado un vestido del diseñador de origen danés Claes Iversen que ya estrenó en marzo de 2018 en una cena de gala con Rania de Jordania. Se trata de un diseño de volantes horizontales de arriba a abajo con el que desafiaba la mala suerte que normalmente va asociada al color amarillo.

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    La reina, de nacionalidad argentina, ha decorado su cabeza con un tocado floral que redondeaba su estilismo. Completaba su look por un clutch nude de Bottega Veneta y guantes de piel.

    Las joyas de Máxima han acaparado gran parte de la atención, en especial, el broche en forma de lazo con el que sujetaba la banda de la Orden del León Holandés y que llevaba en la cintura. La reina coronó su estilismo con unos pendientes de diamantes y varias pulseras.