Juan Carlos, "el último macho": "Dio la espalda a su país, enfermo y debilitado por los escándalos", según Der Spiegel
Silvia Armesto
Bajo el título de Ascenso y caída del antiguo rey Juan Carlos: El último macho, Der Spiegel, el semanario más leído de Alemania, destroza la figura del Emérito. Explica que, si bien fue pieza fundamental en la Transición, "en la actualidad está en el exilio, con su legado ensombrecido por posibles conexiones con fraude fiscal". La revista se pregunta "qué ha pasado" y trata de contestarla.
La corresponsal del medio en España, Helene Zuber, que ha seguido al suegro de doña Letizia desde hace más de 20 años, desempolva por ejemplo un viaje a Cuba en noviembre de 1999, cuando el padre de Felipe de Borbón fue recibido por Fidel Castro en el aeropuerto de La Habana, con la gente aclamándole al grito de "Larga vida a España" y "Viva el rey". "Tenía 61 años y se encontraba en la cúspide de su estatura internacional. A la gente le gustaba incluso en su país, sin importar si estaban a la izquierda o a la derecha del espectro político", reza el artículo de la periodista germana en lo que se refiere a la parte del ascenso.
Pero después, en contraste, trae a colación que "una web española publicó una imagen del rey que mostraba a un anciano con el rostro oculto detrás de una mascarilla, apoyándose en la barandilla mientras bajaba las escalerillas de un avión privado". Se refiere a la fotografía que difundió NIUS del rey desembarcando en Abu Dabi.
Y añade que el suegro de Iñaki Urdangarin abdicó en 2014, que dio la espalda a su país, debilitado por la enfermedad, "herido por el desprecio de muchos de sus compatriotas, tras varios escándalos", escribe Zuber.
"Había cometido demasiados errores en los últimos años, hasta el punto de que se había convertido en una carga para su hijo, Felipe VI, para la monarquía y para la estabilidad del sistema político español. El ascenso y la caída de Juan Carlos I ilustran los profundos cambios que ha sufrido España en los 45 años años que han pasado desde la muerte del dictador Francisco Franco, en 1975", continúa la reportera, especialista en España desde 1985.
Sin embargo, y a pesar del tono demoledor de algunas partes del reportaje, hace un recorrido por los grandes hitos del Emérito, recuerda su carisma y su buena relación con los medios de comunicación: "En los viajes y recepciones, nos recibía siempre a los corresponsales extranjeros en inglés, francés y, a veces, incluso con algunas palabras en alemán. La prensa se abstuvo de criticarlo públicamente, incluso si su estilo de vida proporcionaba suficiente munición para los chismes", señala Helene Zuber.
La azarosa vida sentimental tambiñen es munición utilizada, por supuesto: "Hubo en Mallorca rumores de una relación extramatrimonial con una decoradora de interiores. En Madrid algunos dijeron que el rey recorría la ciudad con frecuencia en su moto vestido de cuero, solo para desaparecer en el garaje de una ex reina de la belleza. En verano se paseaba en el Fortuna, un yate que le regaló un grupo de empresarios baleares. Cuando los paparazzi ofrecieron a los periódicos fotos del rey desnudo a bordo de un barco, ninguno quiso publicar las imágenes. Se hablaba de banqueros y financieros de reputación dudosa, pero la mayoría de los españoles estaban orgullosos de su rey macho que perseguía a las mujeres", relata la germana.
Sobre el escándalo de Corinna Larsen, y las ramificaciones judiciales en Suiza y en España, destacan el papel del monarca que ha sucedido a su padre: "Felipe VI debe ahora a las nuevas generaciones lo ventajoso que es para España no elegir un jefe de Estado entre partidos políticos conflictivos y explicar a su país por qué es necesaria una familia real". El Rey Juan Carlos, exiliado desde hace más de un mes y alejado de las personas más cercanas, es señalado en el artículo también por ser uno de los actores en la gran batalla que le espera por delante al Rey Felipe.