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¿Felicitará Enrique Ponce a Paloma Cuevas por su 48 cumpleaños?


    Felipe Rodríguez

    Paloma Cuevas cumple este viernes 11 de septiembre 48 años, una especial fecha que llega en uno de los momentos más complicados de su vida. La cordobesa está en trámites de divorcio de Enrique Ponce, quien ha rehecho su vida con la joven Ana Soria, y planea su mudanza fuera de España para proteger a sus dos hijas, Paloma (12) y Bianca (8), fruto de su matrimonio con el torero.

    Cuevas, que no ha sido felicitada, al menos en las redes, por el padre sus niñas, cosa que sí hizo con Ana, ha vivido uno de sus peores veranos. Desde que se anunció su separación del diestro y, sobre todo, desde que se descubrió que él ya estaba con otra mujer, el huracán mediático ha azotado con fuerza a la familia, convirtiendo a Paloma en la gran víctima de este culebrón.

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    La mujer de Ponce se ha volcado en sus hijas mientras el matador de toros presumía de su amor con Ana en las redes sociales, donde se declaran amor eterno casi a diario. El torero ha recuperado la ilusión y su esposa no estaba dispuesta a verle junto a otra. Por ello, le eliminó de Instagram, poniendo una gran barrera entre ambos.

    A pesar de todo, la relación entre Ponce y Cuevas es cordial por el bien de sus hijas. Una vez pasado el verano, el diestro se trasladará a Madrid acompañado por Soria. Ambos comenzarán una nueva etapa en la capital. Allí también reside Paloma con las niñas, quienes podrán ver a su padre siempre que quieran.

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    No obstante, la estancia de Cuevas y sus hijas en Madrid tiene fecha de caducidad. Y es que la empresaria dejará España, alejándose así de las fotografías, los titulares, las portadas de las revistas y los programas de televisión. El curso ha comenzado y las niñas se han reincorporado a su colegio en Madrid, pero el próximo año emprenderán viaje a un destino todavía desconocido, dependiendo siempre de cómo evolucione la pandemia y se vaya normalizando la situación. Ponce está de acuerdo con esta decisión. Proteger a su familia ha sido y sigue siendo objetivo común y prioritario tanto para Paloma como para su marido. Lo más importante para ellos es la felicidad de las niñas.