El peor año de Xandra Falcó: los hijos del marqués de Griñón se enfrentan a una demanda de 180.000 euros

Esta semana, la tragedia llamaba de nuevo a la puerta de la hija mayor del marqués, con la repentina muerte a los 56 años de su marido, Jaime Carvajal de Hoyos. El caprichoso destino ha querido que la luctuosa noticia coincidiera con Esther Doña en la portada de Hola. La muerte de Carlos Falcó, víctima del coronavirus, hace seis meses, fue un duro golpe para su hija mayor Xandra, muy ligada a su padre, con el que colaboró estrechamente durante años en los vinos y aceites que producía el marqués. 

El negocio fue maltratado por la crisis económica pero además, la desacertada gestión del aristócrata contribuyó a erosionar la cuenta de resultados. Fue el marqués de Griñón un empresario creativo, con buenas ideas, pero mal administrador de sus negocios. Tan poco dotado para las finanzas que de un modo u otro todas sus empresas acabaron siendo propiedad de su hijo mayor Manuel Falcó Girod.

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Experto financiero, considerado uno de los más prestigiosos banqueros de la City londinense, Manolo Falcó fue inyectando liquidez a las empresas de su padre para salvarle de la ruina, hasta convertirse prácticamente en dueño de todo el patrimonio familiar. De ahí que en la herencia que dejó Carlos Falcó a sus cinco hijos solo había títulos nobiliarios, deudas y el palacio de El Rincón, donde el marqués vivía con su última esposa Esther Doña.

La mansión, puesta a la venta ya en vida del aristócrata, está de nuevo en el mercado por unos ocho millones de euros. Si los herederos consiguen que les paguen esa cantidad, casi cinco millones serán para satisfacer las deudas del padre con su hijo mayor.

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Y es El Rincón el nuevo problema de Xandra Falcó y sus hermanos. Además de perder a su marido, Jaime Carvajal, fallecido este jueves por un infarto fulminante, Xandra, que llevaba personalmente la gestión de los eventos, bodas y presentaciones que se celebraban en el palacio, se enfrenta a una demanda que prepara la empresa que servía el catering de las celebraciones.

180.000 euros de demanda

Con la muerte de Carlos Falcó, sus herederos decidieron suspender las bodas contratadas que iban a celebrarse en El Rincón, unas 22 como máximo cada año, y poner el palacio a la venta. Fue inútil que Esther Doña les propusiera seguir ella con el negocio. Tenía ideas nuevas, un plan de restauración para mejorar el lamentable estado del palacio y posibles inversores. Los Falcó dijeron que se acababa la etapa anterior y solo querían que se vendiera lo antes posible.

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Pero no debieron caer en la cuenta de que las parejas que tenían una fecha fijada para celebrar su boda en el palacio, habían entregado ya unos 3.000 euros, en concepto de adelanto. Olvidaron que existía un contrato de exclusividad con la empresa que elaboraba los banquetes y el catering de los eventos, que era la encargada de negociar con los novios y recibía los anticipos. En total, reclaman a los Falcó 180.000 euros de deudas diversas. Su interlocutora ha sido Xandra, ya que Tamara y los otros cuatro hermanos, han pasado del tema.

Inversores extranjeros

La demanda está en marcha y será presentada en breve. Solo hay una forma de arreglar el conflicto. Hay unos inversores internacionales interesados en comprar El Rincón, aunque les parece muy alta la cifra de 8 millones de euros, teniendo en cuenta que deben gastar casi lo mismo en reformarlo y devolverle su esplendor. De momento, los Falcó se enfrentan a un nuevo disgusto en el peor año de su vida.