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Enrique Ponce y Ana Soria salen de excursión: pasean su amor por el campo y sin mascarilla
Luisa Acevedo
Enrique Ponce y Ana Soria no pierden el tiempo. El torero y la estudiante se encuentran en Cabo de Gata presumiendo de lo enamorados que están. Durante estos días, han disfrutado de comidas en restaurantes, arrumacos en el mar y también de un paseo por el campo. Al diestro y la futura abogada se les olvida de vez en cuando que el uso de la mascarilla es obligatorio.
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Los tortolitos se desplazaron el sábado hasta la localidad de San José, ubicada dentro del parque natural del Cabo de Gata-Níjar. Para la ocasión, la futura abogada se decantó por su vestido playero de color blanco y el torero por un polo de manga corta de color azul marino. La mascarilla quirúgica se la pusieron y quitaron por momentos, tal y como se puede observar en las imágenes.
Durante el camino se dedicaron abrazos y miradas cargadas de complicidad. Ponce le abrió de par en par sus brazos para abrazarla como si el mundo se fuera a acabar mañana. Por su parte, Soria no paró de esbozar sonrisas de oreja a oreja.
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Estos días Ponce y Soria también se dieron algún que otro remojón en el agua y presumieron de su inconmensurable amor desde la orilla de la playa. Descansaron y tomaron el sol tumbados en la arena mientras se dedicaban una marabunta de besos, arrumacos y besos. Enamorados como dos adolescentes, se percataron de que una persona les estaba grabando. El torero mostró su enfado espetándole unos cuantos gritos y un sin fin de aspavientos con sus manos.
La fuente de su amor es inagotable, por lo que ya están pensando en planes de boda. El torero ya está preparando con sus abogados los papeles para divorciarse de Paloma Cuevas, que lee las noticias que le llegan de su marido desde Cetrina, donde cuida de las dos hijas que tienen en común, Palomita de 12 años y Bianca de 9.